Álvarez de Miranda y Salvador Gutiérrez Ordóñez, también académico de la RAE, han explicado en una rueda de prensa el contenido de la Escuela de Gramática Española, que acoge esta semana la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
Han señalado que la vigésimo tercera edición del Diccionario de la lengua española llegará a las librerías el próximo 21 de octubre.
Los académicos han explicado que desde su entrega a la editorial, en marzo, se está realizando el proceso de revisión y corrección de pruebas, de modo que el DRAE, acrónimo con el que se conoce esta publicación, pueda entrar en la imprenta después del verano.
Este diccionario tendrá 2400 páginas y se editará en un solo tomo, aunque también se publicará una versión en dos volúmenes, destinada a América, y otra especial para coleccionistas.
El número de artículos de la 23 edición ascenderá a algo más de 93 000, unos 5000 más que los incluidos en la anterior (2001) y más del doble de los aparecidos en el primer Diccionario de uso de la RAE, publicado en 1780.
En total, el diccionario recogerá cerca de 200 000 acepciones, entre ellas 19 000 americanismos y alrededor de 6000 artículos nuevos, y las enmiendas superan las 100 000.
Al director del nuevo diccionario le han preguntado por las críticas que a veces suscitan esta publicación y los vocablos que recoge.
«Las críticas se encajan con filosofía. No se puede complacer a todo el mundo», ha dicho Álvarez de Miranda, antes de advertir de que el DRAE “no es el Código de la Circulación», y no hay «multas» para cuando se emplean palabras que no contiene.
Sobre los resultados de estudios PISA en competencia lingüística y en gramática, los dos académicos han apuntado que la ayuda que puede ofrecer la RAE está en las publicaciones que ofrece, y han defendido la importancia del uso de la lengua frente a la teoría gramatical.
Álvarez de Miranda cree que «si algo hay en la enseñanza» es «una inflación» de teoría gramatical. «Una cosa es aprender lengua y otra es aprender gramática», ha puntualizado.
En su opinión, habría que «dosificar» la teórica gramatical, porque «lo importante es el uso de la lengua» y, según manifiesta en este sentido, el diccionario es una herramienta «muy importante».
A su juicio, «lo más obvio» que puede hacer la RAE es poner a disposición de la sociedad las herramientas pedagógicas que sean útiles. «Pero son trabajos lentos que no se solucionan de la noche a la mañana», ha aseverado.
Gutiérrez Ordóñez, por su parte, ha señalado que la RAE intenta acercar la labor lexicográfica, la gramatical y la ortografía mediante sus publicaciones, y trabaja para alentar el «buen uso» del español.
Y ha coincidido en que en las enseñanzas primarias y medias hubo una época en la que «se abusó» de los usos teóricos y la enseñanza teórica de la lengua.
«En la enseñanza de la lengua hay una parte que es la científica y otra que es la cotidiana, que es lo que es verdaderamente el arte de hablar, y es ahí donde se debe insistir y enseñar a comprender y a expresarse. Ésa es la labor fundamental», ha considerado el académico.