En un ambiente optimista, el Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) fue inaugurado este lunes por los directores de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, y de la Academia Mexicana, Jaime Labastida.
En el acto participaron también el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes mexicano (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, y la titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan.
Villanueva destacó el papel del continente americano en el desarrollo del idioma y se vanaglorió porque durante «el proceso de independencias y constitución de las repúblicas americanas», los nuevos países «creyeron útil el castellano o español» como vehículo de «integración».
«Si el español es la lengua que hoy es no es por la colonia, sino por la independencia», remarcó en su discurso.
Villanueva subrayó la coincidencia del encuentro, en el que intervienen 20 academias de Hispanoamérica, la de España y la de Filipinas, con el 140 aniversario de la fundación de la Academia Mexicana de la Lengua, la tercera creada en América y una institución de una «fecunda trayectoria», dijo.
La Asale fue fundada en 1951 durante el Primer Congreso de Academias de la Lengua Española que se celebró en México y entonces contó con la participación de 19 academias.
Labastida recordó que el español «dejó de ser la lengua de una pequeña región de la península ibérica, La Mancha, al atravesar el Atlántico», lo que le ha permitido en la actualidad ser la lengua de 500 millones de hablantes, de los cuales el 92 % está en América.
«Fue así como el castellano se convirtió en español», agregó el académico mexicano sobre un idioma que en su opinión «posee múltiples centros, todos con la misma jerarquía».
En declaraciones a Efe y Televisión Española, Labastida hizo hincapié en la creciente importancia del español en Estados Unidos, al recordar que ese país es el segundo, por detrás de México, en número de hispanohablantes.
Por eso lamentó que en el foro haya «dos academias que no están representadas por país», como son la Academia Norteamericana de la Lengua Española y la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
Por su parte, Grynspan remarcó «el carácter inclusivo» de la lengua española en Iberoamérica como uno de sus principales aciertos y como un elemento diferenciador respecto a lo que sucede en los países de habla inglesa.
Para reforzar ese punto de vista se refirió al chiste que dice que «Estados Unidos e Inglaterra son dos naciones divididas por un idioma común», que «algunos atribuyen a Bernard Shaw y otros a escritores anteriores».
«Aunque la frase tiene más de ingenio que de verdad», contrasta con «el gran acierto de la comunidad lingüística hispana», en la que la lengua es una «construcción colectiva, viva y dinámica», que cuenta con la «colaboración de todos», opinó.
Después de la inauguración del foro, el poeta y ensayista chileno Pedro Lastra recibió el II Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña.
Además, los participantes acordaron concederle póstumamente al expresidente de México Miguel Alemán Valdés (1946-1952) la Medalla de Oro de la Asale.
Durante el Congreso, cuya primera sesión plenaria se celebró el domingo aunque su apertura formal se llevó a cabo este lunes, los académicos presentes en México estudiarán proyectos como el Diccionario panhispánico de fraseología y el Diccionario del español jurídico.
Uno de los puntos culminantes será la presentación por parte del país anfitrión del Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América (Cordiam).
«Es una investigación sobre la evolución de nuestra lengua desde Chile y Argentina hasta el Caribe, Estados Unidos y desde luego México», detalló Labastida sobre ese trabajo que reúne más de 3000 documentos escritos en América entre los siglos XVI y XIX.