Como ya vimos la semana pasada, en latín la u servía como consonante y como vocal. Ya a finales del siglo XV, Antonio de Nebrija defiende la necesidad de distinguir en la escritura entre ambas, opción que se consolida a partir del siglo XVI.
Vagaroso, sa. Que vaga, o que fácilmente y de continuo se mueve de una a otra parte. Tardo, perezoso o pausado.
Non fables muy apriesa, nin otro si muy paso,
non seas rebatado, nin vagaroso laso,
de cuanto que pidiere non le seas escaso,
de lo que le prometieres non la trayas a traspaso.
El libro del buen amor, del Arcipreste de Hita.
Vagido. Gemido o llanto del recién nacido.
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