Para algunos, era algo lejano, inverosímil, propio de la ciencia ficción; para otros, el SARS-CoV-2 era un nombre que se estaba convirtiendo casi en familiar. Sin embargo, aquel 11 de marzo del 2020, no podíamos imaginar lo que supondría la COVID-19 en nuestras vidas. Y es que el coronavirus —hace hoy justo un año desde que la OMS lo declaró pandemia mundial—, además de revolucionar nuestras vidas por completo, ha agitado las palabras.
COVID-19: historia de una palabra
Pocas veces en la historia de la lengua los hablantes asisten al nacimiento de una palabra, pues en muchos casos resulta casi imposible localizar el primer texto en el que se documentó o la primera conversación en la que fue pronunciada. En este caso, COVID-19 apareció por primera vez el 11 de febrero del 2020, un mes antes de que se declarara la pandemia.
Conocer cuándo apareció por primera vez este término no es el único hito, porque el nombre de esta enfermedad ha pasado, en un tiempo récord —apenas diez meses—, de ser un acrónimo de coronavirus desease a formar parte del léxico común —con la posibilidad de escribirlo íntegramente en minúsculas— a recogerse en el Diccionario de la lengua española.
Palabras nuevas y palabras rescatadas
Al mismo ritmo al que la pandemia se extendía por todo el planeta, las autoridades iban adoptando distintas restricciones: desde el uso obligatorio de las mascarillas, pasando por la estipulación de los toques de queda, hasta llegar a decretar los distintos confinamientos. Para cuando nos dimos cuenta, un caudal de léxico técnico, especialmente médico, ya había inundado los medios de comunicación y nuestras conversaciones.
Antígenos, cepas, serotipo, viricida, PCR… se convirtieron en palabras conocidas por todos al mismo tiempo. Los hablantes, encerrados en nuestras casas, empezamos a liberar las que habían pasado desapercibidas en las páginas de los diccionarios durante tantos años y otras que empezaban a cobrar fuerza por su uso.
Poco a poco empezamos a adaptarnos a lo que se llamó la nueva normalidad o covidianidad, a mantener la distancia física o social para cuidar a los que más queríamos, a teletrabajar, a dar las gracias con aplausazos…, y, claro, a llenar la realidad con más palabras.
Palabras de esperanza
Pero durante mucho tiempo seguíamos leyendo que los datos no mejoraban; las noticias nos trasladaban a los ciudadanos datos demoledores sobre el aumento en el número de contagios y fallecimientos y la saturación de los sistemas sanitarios, que se veían obligados a medicalizar vehículos o improvisar hospitales de campaña para salvar vidas.
Ante una situación tan desagradable para todos, para quienes permanecer en casa era la mejor opción hasta la llegada de la vacuna, solo nos quedaban las palabras, y por eso en la Fundación del Español Urgente propusimos a nuestros seguidores compartir en las redes sociales las palabras que animan, que dan esperanza, que ayudan a sobrellevar los malos momentos, con la campaña #PalabrasDeEsperanza.
Palabras del año
En el mes de diciembre se empezó a ver la luz con las distintas vacunas que se iban autorizando por todo el globo. Nombres como Pfizer, AstraZeneca, Sputnik V y otros se convirtieron en sinónimos de libertad y esperanza.
Por lo que respecta a nuestro trabajo, y como era de esperar, la mayoría de las voces que fueron candidatas a palabra del año 2020 estaban relacionadas con el ámbito sanitario, pero fue confinamiento la que se alzó como ganadora.
Sin duda, nuestra vida ha cambiado mucho desde el 11 de marzo del 2020, y las palabras han sido testigos fieles de todo lo que hemos vivido desde entonces. Ojalá dentro de 365 días de todos los momentos malos solo nos queden unos recuerdos cada vez más lejanos… y las palabras.