Recordamos que la inclusión de las palabras en esta lista no implica una censura o una aceptación, sino solo un registro de cómo hacen evolucionar el léxico los hablantes.

⇒ Estos días ha sido noticia la muerte de Katherine Johnson, la física y matemática que, junto con una colega, calculó los parámetros del vuelo suborbital de Alan Shepard en 1961. Este tipo de vuelo tiene una altura superior a 100 km, pero no llega a ser una órbita que circunvala la Tierra.

⇒ En México, y más en concreto en Guanajuato, se está extendiendo el uso de ponchallantas en las carreteras con el fin de asaltar a los vehículos. Está formado con el verbo ponchar (que probablemente cruza el inglés to punch y el español pinchar) y el sustantivo llanta, según el modelo de abrelatas, lanzallamas o sacacorchos.

⇒ Otra palabra creada con la unión de un verbo y un nombre es cubrebocas, aunque de hecho no solo cubre la boca, como el nombre sugiere, sino también la nariz. Alterna con mascarilla, otra voz que se está empleando mucho con relación a la epidemia del covid-19.

⇒ Y seguimos con el coronavirus, pues se puede propagar a través de las gotículas que se generan cuando una persona infectada tose o estornuda. Es un derivado basado en el diminutivo latino, con la terminación -cula, por lo que se refiere a gotas pequeñas.

⇒ Maradonear es hacer lo que hacía Diego Armando Maradona. No tiene un sentido preciso, porque puede aludir a la forma de jugar, al hecho de hacer algo extraordinario, a su carácter, a alguna faceta de su vida… También ha aparecido el adjetivo maradoneano, que de nuevo nos remite al futbolista argentino, como en una jugada maradoneana.

⇒ Con los atascos no siempre las ambulancias llegan a tiempo para salvar a una persona. Por eso, en algunos sitios se han puesto en marcha servicios de motoambulancias, es decir, de ambulancias que son motocicletas.

⇒ Muchos especialistas e investigadores alertan del peligro de los alimentos ultraprocesados hiperpalatables. Es decir, de los alimentos que combinan alimentos previamente procesados, por lo general con componentes poco saludables (ultraprocesados), y que resultan extremadamente agradables al paladar, con el fin de incitar a su consumo (hiperpalatables). Se han formado con los prefijos ultra- e hiper-, respectivamente.

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