1. tilde diacrítica, uso
Hay ciertas palabras en español que se escriben igual, salvo por un pequeño detalle. El objetivo de la tilde diacrítica es diferenciar dos palabras con la misma grafía, una átona y otra tónica. En esta recomendación, la más leída de mayo, se repasan los casos en los que se aplica esta tilde. Algunos ejemplos que se recogen son los siguientes: la preposición de y la forma verbal dé (de dar); el pronombre te (o el nombre de la letra te) y el sustantivo té, o el pronombre él y el artículo el.
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2. medio día no es lo mismo que mediodía
En esta recomendación, explicamos que conviene diferenciar entre medio día, en dos palabras, y mediodía, en una sola. Mientras que, en el primer caso, se alude a un periodo de tiempo (la mitad de un día), mediodía se refiere a un momento puntual, como son las doce de la mañana o, en general, las horas centrales del día: «Estuve medio día trabajando, por lo que, cuando volví a casa, era más de mediodía».
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3. en olor de multitud, mejor que en loor de multitud
Para expresar que alguien es admirado por muchas personas, la construcción recomendada es en olor de multitud (o de multitudes). Por ultracorrección, es habitual que se sustituya el sustantivo olor por loor (que significa ‘elogio’), pero es un cambio que no resulta apropiado para expresar que alguien recibe las alabanzas de mucha gente. Tal como explicamos en esta recomendación, olor se emplea de manera metafórica para expresar que cierta cualidad se exhala como un aroma, como ocurre en otros casos como en olor de santidad.
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