Cuando la mayoría de los votos se repartía entre el PP y el PSOE, el partido ganador se alzaba con victorias a menudo holgadas, por mayoría absoluta incluso. La irrupción posterior de Podemos, Ciudadanos y Vox ha cambiado el panorama electoral hasta el punto de que puede hablarse de un sistema pentapartidista.
Si la existencia de dos partidos ya permitía hablar de un sistema plural, es evidente que la multiplicidad actual de candidatos configurará un mapa más complejo. Queda por ver, en consecuencia, si los políticos son capaces de manejar esta pluralidad. Y, en lo que al lenguaje toca, si los hablantes sabemos desenvolvernos con el plural de determinadas voces y expresiones.
Ahora que estamos en campaña, las encuestas indican la popularidad de los distintos cabezas de lista, con cabeza terminado en ese. Este y no otro es el plural de cabeza de lista, pese a que en ocasiones encontremos frases como «Debate electoral con los cabeza de lista al Congreso de los Diputados», donde se ha escrito inadecuadamente los cabeza de lista, con plural invariable.
Se trata de un caso similar a cabeza de turco, cuyo plural es los cabezas de turco, no los cabeza de turco, y no cabe duda de que, cuando los resultados son muy adversos, suelen rodar cabezas concretas para maquillar lo que a menudo es resultado de un mal general.
La cosa cambia con el plural de fichaje estrella. Si en las expresiones anteriores seguían la pauta sustantivo + de + sustantivo, aquí se yuxtaponen dos sustantivos sin mediar preposición. ¿Cómo se forma el pural en estos casos? Digamos que lo más seguro es mantener el segundo elemento en singular: los fichajes estrella; sin embargo, cuando estas secuencias, conocidas como aposiciones, pueden parafrasearse con oraciones en las que aparece el verbo ser, también es posible pluralizar ambos elementos. Así pues, como cabe decir que Esos fichajes son estrellas (de la política, del deporte o de cualquier otro ámbito), el plural fichajes estrellas se ve favorecido. Nótese que esta reformulación no es adecuada en lista cremallera, cuyo único plural es listas cremallera, y no listas cremalleras, pues no es natural decir Esas listas son cremalleras.
En otras ocasiones, en cambio, permanecen en singular ambos elementos: aunque de un día para otro el debate a cinco se ha convertido en un debate a cuatro, seguramente habrá medios que pidan además debates cara a cara, por ejemplo, entre Sánchez y Casado. En este caso, el plural de un cara a cara es los cara a cara. Y quien dice los cara a cara dice igualmente los vis a vis.
Por otro lado, conviene recordar que el plural de mitin lleva tilde, mítines, del mismo modo que sucede con el plural de ultimátum, esto es, ultimátums. Respecto a la adaptación del anglicismo meeting, se da la circunstancia de que a menudo se tilda sin razón en singular (mítin) y en cambio no se tilda en plural (mitines), aun siendo palabra esdrújula. Y cuando Isabel Celaá afirma que «El Gobierno no acepta ultimátums», este plural lleva tilde pese a ser palabra llana acabada en ese porque termina en grupo consonántico.
Un último apunte: a veces se oyen quejas en relación con el trato de favor que recibe una persona, un político o un partido; se recuerda entonces, sin precisión lingüística, que «las leyes son igual para todos», cuando lo apropiado es que el adjetivo igual concuerde en plural y se afirme en consecuencia que «las leyes son iguales para todos».
Por nuestra parte, seguiremos dando pautas para fomentar el buen uso del español. Tanto la política como el lenguaje comparten eso: sus objetivos exigen (o deberían exigir) perseverancia y metas a largo plazo. Recordaremos, por tanto, sea cual sea el resultado de nuestros esfuerzos, que lo indicado es decir no nos daremos por vencidos, con vencidos, en plural, en lugar de no nos daremos por vencido.