Ese elemento vivo, inquieto y retorcido llamado lengua no deja de sorprendernos. Esta vez lo hace con sensiblemente: un término que paga de forma religiosa su alquiler en el español desde el Diccionario de autoridades (1726-1739), casi nada.
Este adverbio siempre se ha definido, con alguna que otra variación por el camino, como ‘de forma que se perciba por los sentidos’. Hubo otra acepción que lo acompañó al principio de los tiempos (‘con dolor, pesar o pena’) hasta que, en el 2001, se marchó para hacer hueco a una nueva que los hablantes querían incorporar: ‘de manera sensible: evidente e importante’.
Para muchos de quienes lean ahora estas líneas, este —y no otro— es el significado que usan y conocen («Por supuesto que significa ‘de forma evidente o notable’, ¿quién no lo entiende así?»). Pero otros se sorprenderán: «¿Cómo? ¡Yo pensaba que sensiblemente significaba ‘ligeramente’, tiene que ser un error!».
La primera constatación de ese doble y hasta contradictorio significado de la palabra sensiblemente surgió en el propio equipo de la Fundación del Español Urgente. Pudimos comprobar que el rebaño se dividía en dos grupos poco menos que irreconciliables y tuvimos la clara intuición de que era la edad el factor determinante para pertenecer a uno u otro.
Ante tal curiosa disyuntiva, no nos quedó más remedio que utilizar el comodín del público. Invitamos a nuestros muy voluntariosos seguidores (a quienes estamos sinceramente agradecidos) a participar en una encuesta (si no te ha dado tiempo a opinar, no te preocupes, somos conscientes de que nos ayudarás en la próxima) y a continuación exponemos los resultados.
La encuesta parece confirmar nuestra primera impresión: que el adverbio “sensiblemente” está experimentando una ampliación o un cambio de significado
El 60 % de los que participaron considera que sensiblemente significa ‘notablemente’ en la frase «Ha mejorado sensiblemente». El 35 % entiende justo lo contrario: que significa ‘ligeramente’. (El 5 % restante ofreció otros términos distintos a los mencionados). «Pero ¿cómo puede ser esto posible?», nos preguntamos en la Fundéu.
Para estudiar este asunto en condiciones, también hicimos unas preguntas adicionales que nos ayudaran a comprender mejor las respuestas (edad y país de origen). Los datos que obtuvimos al examinar la edad fueron bastante reveladores:
Interesantes cifras, ¿verdad? En los dos primeros cortes de edad hay casi empate: entre los menores de veinte años, que se inclinan hacia notablemente, y entre los que no cumplen los treinta y consideran que este adverbio es sinónimo de ligeramente. Como se puede observar con el resto de las edades, el aumento de votos hacia notablemente es proporcional a la cantidad de canas del participante.
Así que la encuesta parece confirmar nuestra primera impresión: que el adverbio sensiblemente está experimentando una ampliación o un cambio de significado, de modo que para buena parte de los hablantes más jóvenes no significa ya lo mismo que para sus padres y sus abuelos. Un proceso de cambio semántico que se está produciendo en vivo y en directo ante nuestros asombrados ojos.
O no tanto, porque en nuestro idioma tenemos decenas de palabras que han experimentado este proceso, ya sea adoptando un nuevo significado o reemplazándolo por otro. Por ejemplo, terriblemente, que hasta 1884 solo significaba ‘espantosa, violenta u horriblemente’, pasó a significar en 1925 ‘extraordinaria o excesivamente’. ¿Quién va a pensar que Celia, que cocinó una tarta terriblemente buena, lo hizo de una forma espantosa o violenta?
¿De dónde puede venir este nuevo significado de sensiblemente si no está recogido en ningún diccionario? Quizá del hecho de que el Diccionario académico lo defina como ‘perceptible por los sentidos’. Pero ¿cuándo algo es perceptible?: ¿cuando se distingue de forma muy clara?, ¿cuando apenas se nota?, ¿cuando se percibe, sin más?
Es cierto que, en algunos casos, el bendito contexto nos ayuda a encontrar el significado adecuado, algo que con el adverbio que estamos analizando es mucho más complejo, y por eso resulta aconsejable utilizar otros que no induzcan a un error de significado hasta que este pícaro conocido como español deje de jugar con los hispanohablantes y se decante sensiblemente por un significado u otro.
Por ello conviene tener cuidado cuando utilicemos este adverbio en nuestros textos, dado que es probable que no todos lo entiendan de la misma forma. Yo, por lo menos, a partir de ahora, me tentaré la ropa antes de escribir la palabra sensiblemente sabiendo que, según quien la lea, puede que interprete una cosa o la contraria. De hecho, ahora me planteo si he seleccionado bien el título de este artículo…