«Los directores de las distintas academias hacen una tarea muy necesaria que hay que reforzar en América Latina, de lo contrario estaremos perdidos», dijo este viernes el ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone Ramírez, durante el acto oficial de entrega de las medallas.

El país austral reconoció la labor de las 22 instituciones con la entrega de la Medalla al Mérito Gabriela Mistral, justo cuando se cumplen 70 años desde que la poetisa fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura.

«Las lenguas no van fatalmente a ninguna parte, son los seres humanos quienes deciden sus destinos por eso es importante que las distintas academias las protejan y las orienten», dijo hoy a Efe el director de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus Olivier.

Para el académico, la entrega de la condecoración es un «reconocimiento muy significativo» a la labor cultural de las distintas academias que trabajan por la «unidad de la lengua».

«Se trata de una condecoración muy meritoria que da cuenta de la generosidad de Chile», aseveró el director de la Real Academia Española y Presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Darío Villanueva, durante su intervención en la ceremonia oficial.

El acto de entrega de las medallas se desarrolló en el marco de la celebración del 130 aniversario de la Academia chilena de la Lengua, en la que participaron más de 100 invitados entre académicos, embajadores y autoridades de distintos países.

La institución suramericana, fundada en 1885 por José Victorino Lastarria, desarrolló un comprometido papel en la instauración de la nueva política lingüística panhispánica, que implica una relación igualitaria entre todas las academias del mundo hispanohablante.

A lo largo de sus 130 años de vida, la academia ha tenido destacados miembro como Jorge Edwards y Gonzalo Rojas, ambos galardonados con el Premios Cervantes, además de una cuantiosa cantidad de miembros galardonados con reconocimientos nacionales de literatura y varios premios nacionales de periodismo, educación, humanidades y ciencias sociales.

Como indica su lema, la función principal de la institución es «unir con la palabra», velar por ella y colaborar con otras instituciones en materias relacionadas con el idioma y su literatura, dijo a Efe Olivier.

El académico, quien ha estado al timón de la Academia Chilena en los últimos veinte años, destacó el esfuerzo de la institución por abrirse a la comunidad hispánica.

«Nuestra labor, esencialmente cultural, es la unidad de la lengua y es lo que permite que el mundo hispánico, formado por 500 millones de hablantes, se pueda comprender entre sí», señaló el director.

Estos esfuerzos le han merecido el reconocimiento de las otras Academias de la lengua y de Darío Villanueva, quien recalcó el activo papel de la institución austral en la lucha por «consolidar la perspectiva panhispánica».