Así lo afirmó, en declaraciones a Efe, el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en vísperas de que se inaugure oficialmente el edificio cedido por Patrimonio del Estado a la RAE, situado en el número 189 de la calle de Serrano y que con anterioridad había sido sede de la Secretaría General Iberoamericana.

Al Centro de Estudios de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua se han trasladado ya unas setenta personas, que trabajan en el Diccionario histórico, en la sección de consultas del Español al día, en informática y lingüística computacional y en los diferentes bancos de datos de la Academia.

Durante su visita, Fernández de la Vega estará acompañada por los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de Educación, Mercedes Cabrera, ya que estos tres miembros del Gobierno son los que han tenido un papel «más importante» para hacer posible la adscripción a la RAE de este edificio, de unos 1.000 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas, destaca García de la Goncha.

Como explica el director, «desde hace bastantes años», la Academia «venía necesitando espacio», debido sobre todo a «la potenciación de las relaciones con las Academias americanas» y a la política lingüística panhispánica que llevan a cabo estas 22 instituciones.

La sede central de la RAE, situada en Felipe IV, era insuficiente, y por eso se solicitó al Gobierno y a Patrimonio del Estado un edificio.

«Ahí empezó un proceso en el que fuimos interesando a todos los que podían ayudarnos»: a la ministra de Educación, porque es con este Ministerio con el que la Academia tiene «vinculación administrativa», y al de Hacienda, porque Patrimonio depende de él, afirmó el director.

Cuando se supo que la Secretaría General Iberoamericana cambiaba de sede, «la intervención de Miguel Ángel Moratinos fue decisiva», y «en el último tramo» lo fue la de la vicepresidenta del Gobierno, dado que «se trataba de un edificio muy goloso y había muchas solicitudes», recordó García de la Concha.

La concesión del edificio no es sólo para la RAE, «sino para sus actividades con las demás Academias de la Lengua Española», razón por la que «se han mantenido las banderas de todos los países hispanoamericanos», precisó el director.

En la sede de Felipe IV han quedado los servicios generales de la RAE y se ha rescatado espacio para instalar dignamente la Asociación de Academias de la Lengua Española, y en concreto la Secretaría General, que dirige Humberto López Morales, y la Comisión Permanente.

La visita al nuevo edificio se ha planteado más como «un encuentro de trabajo» que como un acto solemne.

Tras «una breve reunión en la biblioteca», los representantes del Gobierno recorrerán los diferentes departamentos, conocerán las novedades que se han incorporado al DRAE y comprobarán «lo avanzado que está el corpus del Diccionario histórico, para el que «se han lematizado automáticamente 55 millones de formas léxicas del español de todas las épocas», añade García de la Concha.

El 5 de noviembre, la Academia vivirá otro día importante. Los 22 directores de las Academias de la Lengua Española asistirán a la presentación de los nuevos dominios informáticos de «Red.es», que permitirán utilizar grafías como la «ñ», la «ç» y las tildes.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presidirá este acto, en el que también «se reflexionará sobre el momento del español en la red y los retos que se le plantean», concluye García de la Concha. (Efe)