Todos en algún momento hemos deseado estar lejos, muy lejos, de algún lugar o conocemos a alguien al que echamos de menos por estar a cientos de kilómetros de distancia.

Hace una semana preguntamos a nuestros seguidores de Instagram, X y Facebook qué construcciones usan para expresar que alguien o algo está en un lugar remoto. Propusimos como ejemplo en el quinto pino y, con el numeral, surgieron otras fórmulas como en el quinto infierno (que, de acuerdo con el Diccionario de la lengua española, se usa también en plural con el mismo sentido que en singular); en las quintas timbambas, empleada en Canarias, también sin el ordinal y como variante de en las quimbambas, o en la quinta porra, propuesta por algunas personas de Colombia y Ecuador.

En otros países de América, como Argentina, Guatemala y Bolivia, es frecuente el uso de donde el diablo perdió el poncho. En ciertos lugares, lo perdido puede ser el rabo, el tridente, el trinche (en Colombia), el gorro, los calzones o la chancleta/chola (estas últimas en Venezuela, por ejemplo); en Cuba se dice donde el diablo dio las tres voces (a veces con el añadido y nadie lo escuchó).

Dejando a un lado al despistado diablo, recibimos formas relacionadas con el viento (donde el viento da la vuelta, donde da la vuelta el viento, donde el viento se vuelve o a tomar viento) o con la luz (estar a años luz, utilizada también en contextos no espaciales). En otras se mencionan lugares existentes: de aquí a Sebastopol, de aquí a Pekín, en Chuchunco (Chile), en Pernambuco (popularizada por los personajes del tebeo Mortadelo y Filemón) o en la Conchinchina (deformación del nombre de una región de Vietnam llamada Cochinchina). Algunos seguidores de la obra de J. R. R. Tolkien El señor de los anillos usan en Mordor para aludir a un sitio lejano e inhóspito.

Construidas con el sustantivo loma, nos llegaron desde Argentina expresiones como a la loma del queso o a la loma del burro. De Puerto Rico proceden jurutungo o jurutungo viejo y sínsoras (aunque esta la marca el diccionario académico como poco usada) y de Chile en la punta del cerro. En Perú, en algunos registros, dicen aquisito, que es un autoantónimo, pues, según el Diccionario de americanismos, en otras zonas de Perú, Ecuador y Bolivia se emplea con el sentido de ‘cerca’.

Entre las muchas respuestas recibidas también encontramos en las antípodas (o en los antípodas, de acuerdo con el diccionario académico), donde la suela se agriete o donde el agua llega con sed.

Os agradecemos vuestra participación y os invitamos a hacerlo de nuevo, estéis donde estéis, en las próximas encuestas (sin ningún fin científico) que lanzaremos en nuestras cuentas de redes sociales.