Era una buena mañana de fin de semana, los pájaros cantaban y tú fuiste a hacer la colada. Unas cuantas camisetas, pantalones, ropa interior, tres pares de calcetines. Respiraste. Tres pares. Seis en total. «Esta vez no pasará —pensaste—. Esta vez no se perderán». Tan decidido estabas que cogiste una silla y dedicaste las dos horas siguientes a montar guardia. De allí no se movía nadie hasta que tuvieras los seis calcetines en la mano… O no. Porque, cuando sacaste la ropa, solo había cinco. Buscaste y rebuscaste entre el resto de las prendas, miraste detrás de la lavadora, hasta metiste la cabeza en el tambor. Nada. Lo único que te quedaba era abrazar al pobre calcetín desparejado, lloriquear un poco y devanarte (¿o rebanarte?) los sesos para averiguar el paradero del fugitivo.

Seguro que la escena que acabamos de describir, además de resultarte familiar, te ha desesperado en más de una ocasión. ¿A dónde van los calcetines sucios? ¿Se quedarán atrapados entre los tubos y las gomas? ¿Habrá una puerta astral o una planta piraña en la lavadora de tu casa? Lo cierto es que en la Fundéu no tenemos una respuesta para esa duda, pero te aseguramos que nosotros también llevamos calcetines y nos devanamos los sesos, con d y v, a cuenta del asunto.

El 73 % de los encuestados opta por devanarse los sesos, mientras que el 27 % se decanta por rebanárselos

Sin embargo, también sabemos que en el mundo hay personas para todo, algunas más extremas que otras, y que lo mismo hay quienes se devanan los sesos que quienes se los rebanan, con r y b. De hecho, según los resultados de nuestra encuesta de Instagram, el 27 % de nuestros seguidores se decantan por esta opción. No los culpamos, cada uno enfrenta las vicisitudes de la vida como puede, aunque tampoco se lo recomendamos. Ni por salud ni por cuestiones ortográficas.

La locución devanarse los sesos, usada por el 73 % de los encuestados, está incluida en el Diccionario de la lengua española como ‘fatigarse mucho pensando en algo’, y el verbo que selecciona es devanar, ‘darle vueltas a un hilo’. En realidad, tiene su lógica: metafóricamente hablando, hacer una bobina y cavilar sobre un tema tienen en común que hilo y pensamiento giran sin cesar en torno a un mismo punto. Desde luego, es una alternativa mucho más indolora y menos definitiva que rebanarse, o, lo que es lo mismo, ‘hacer rebanadas’ con la sesera de uno, cosa que por el momento no contemplan las principales obras de referencia.

Aclarado esto, y solidarizándonos con todos aquellos que alguna vez han deseado rebanarse los sesos con tal de dejar de devanárselos, os recordamos que estas encuestas no tienen ningún valor científico, pues la muestra está compuesta exclusivamente por los seguidores que se animan a darnos su opinión en Instagram. Si en esta no te ha dado tiempo de participar, puedes hacerlo en las próximas que publicaremos en nuestro perfil.