Esta recopilación no tiene más propósito que el de ir registrándolas, sin que ello implique una aceptación o una censura.

⇒ Tanto leedor como leyente, aunque no son habituales en el uso, están formadas con recursos propios del español, y más en concreto con los sufijos -dor y -nte. Hay quienes establecen alguna diferencia con lector, como, por ejemplo, que esta última voz se refiere simplemente al que lee y leedor al apasionado de la lectura.

⇒ En diversos países se llama hisopo al palillo recubierto de algodón en sus puntas, por lo que se está usando el verbo hisopar en alusión a la prueba para el coronavirus practicada con este objeto. En la lengua general, hisopar, al igual que hisopear, es rociar agua bendita con un objeto también llamado hisopo.

⇒ La palabra cuco está recogida en el diccionario académico con el sentido de ‘pulido, mono’ desde hace cosa de siglo y medio. Recientemente se ha extendido la variante cuqui, con una terminación en -i frecuente para dar carácter afectivo y familiar a las voces, como en los acotamientos compi y porfi o los hipocorísticos Pili y Josemari.

⇒ Al hombre que muestra desprecio por las reivindicaciones feministas se le está llamando, sobre todo desde los movimientos en defensa del feminismo, señoro.

⇒ El urbanismo es la ‘organización u ordenación de los edificios y espacios de una ciudad’. El ecourbanismo busca hacerlo de modo sostenible, equilibrando el desarrollo urbano y la naturaleza. Este último matiz lo aporta el prefijo eco-.

⇒ En los debates sobre la eutanasia aparecen a menudo otros dos términos: ortotanasia, que es la ‘muerte natural de un enfermo desahuciado sin someterlo a una prolongación médicamente inútil de su agonía’ , y distanasia, que es la ‘prolongación médicamente inútil de la agonía de un paciente sin perspectiva de cura’.

Ver también

Anterior: blanquitud, efecto cobra, firmatón
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