1. Cereal

El sustantivo cereal proviene del latín cereālis (‘perteneciente a Ceres’ y ‘relativo al trigo y al pan’). Ceres (antropónimo romano), o Deméter (nombre griego), es la diosa de la agricultura y la madre de Perséfone (también conocida como Proserpina). Esta última fue secuestrada por su tío, el dios del inframundo, y obligada a permanecer con él la mitad del año, época que coincide con el otoño y el invierno y en la que Deméter, desolada por la ausencia de su hija, no hace fructificar la tierra. Así, se comprende el porqué de la relación entre la palabra cereal y Ceres, a quien, como buena reina grecolatina, se la representa con una corona, pero no con una cualquiera, sino con una corona de espigas.

Después de esta explicación, ¿no ves a los cereales con otros ojos? ¿No te parece ahora que es un alimento de lo más «divino»?

Una noche apoteósica

Los diez términos que te explicamos en este artículo están cuidadosamente repartidos entre las líneas de un breve relato que puedes leer si pinchas en la imagen.

2. Miércoles

Los días de la semana también están vinculados con los dioses de la Antigüedad clásica. Más concretamente, miércoles tiene su origen en el sintagma latino dies Mercŭri, que significa ‘día de Mercurio’. La palabra dies se perdió y el término Mercŭri sufrió las modificaciones típicas de la lengua. Mercurio, que tiene su equivalente en Hermes, es el dios del comercio y el mensajero de los dioses. Además, también es un planeta.

3. Morfina

La palabra morfina deriva de Morfeo, antropónimo con el que se conoce a la divinidad de los sueños. La morfina es un compuesto que por sus propiedades calma el dolor y produce sopor, razón por la cual se decidió bautizar a dicha sustancia con este nombre vinculado con la mitología. 

4. Bacanal

Seguro que has oído alguna vez la frase bacanal romana, por lo que no te descubro América si te digo que el sustantivo bacanal tiene relación con la Antigüedad clásica; pero ¿sabías que es un palabra que tiene su origen en Baco? Así pues, proviene de Bacchānal, -ālis, que a su vez viene de Bacchus. A Baco o Dioniso (que no Dionisio), dios del vino, se le rendía culto celebrando unas fiestas en las que, inicialmente, solo podían participar mujeres, a las que se llamaba bacantes. En dichas fiestas se bebía mucho vino (como no podía ser de otra manera) y se cometía toda clase de excesos. Esto hizo que bacanal adquiriera el significado de ‘orgía con mucho desorden y tumulto’. Sin embargo, todavía hoy se recogen en el Diccionario de la lengua española las siguientes acepciones relacionadas directamente con Dioniso: ‘dicho de ciertas fiestas de la Antigüedad: Celebradas en honor del dios Baco’ y ‘perteneciente o relativo al dios Baco’.

5. Vieira

Si piensas en el término vieira, es probable que se te venga a la cabeza Galicia o el Camino de Santiago, ya que es una palabra que viene del gallego. Pero, si echamos la vista atrás, etimológicamente hablando, descubrimos que este rico molusco está emparentado con nada más y nada menos que Venus, la diosa de la belleza y del amor. El sustantivo vieira proviene del latín veneria, que a su vez es un derivado de Venus, -ĕris (‘Venus’). Tal parentesco obedece a que a Venus (o Afrodita), cuando se representa su nacimiento, se la pinta sobre una concha, ya que, tal y como explica Hesíodo en su Teogonía, esta diosa nació del esperma de Urano que cayó en el mar. Seguro que, si ahora te imaginas el famoso cuadro de Botticelli, todo cobra sentido.

6. Narcisista

El adjetivo narcisista deriva del antropónimo Narciso, nombre con el que se conoce a un personaje de las Metamorfosis (Ovidio) que se enamoró de sí mismo al ver su imagen reflejada en el agua de un manantial. Así pues, un narcisista es una ‘persona que cuida en exceso de su aspecto físico o que tiene un alto concepto de sí misma’.

7. Marcial

La palabra marcial, que forma parte de construcciones como ley marcial o artes marciales, proviene de la palabra latina Martiālis (‘de Marte’). El hecho de que Marte sea el dios de la guerra resulta clave para entender uno de los significados que posee este adjetivo en la actualidad: ‘perteneciente o relativo a la guerra, la milicia o los militares’.

8. Afrodisíaco

De nuevo, nos volvemos a encontrar con la diosa de la belleza en una palabra española. Así, afrodisíaco (o afrodisiaco, sin tilde en la i) proviene del latín aphrodisiăcus, palabra de origen griego que deriva del nombre de dicha divinidad. Afrodita es también la diosa del amor, lo que llevó a que el adjetivo afrodisíaco adquiriera el valor de ‘que excita o estimula el apetito sexual’.

9. Apolíneo

Como has podido comprobar, la mitología puede servirte para meterte con alguien, pero también para halagarlo. Así pues, si le dices a un hombre que tiene un cuerpo apolíneo no solo estás expresando que tiene un cuerpo perfecto, sino que lo estás equiparando al mismísimo Apolo, dios olímpico de la belleza, la perfección y la armonía. Mejor entonces que no se lo digas, no vaya a ser que se vuelva un poco narcisista.

10. Eólico

El adjetivo eólico proviene del latín Aeolĭcus, que tiene su origen en una palabra griega que se formó por derivación a partir del nombre por el que se conoce al señor de los vientos, Eolo. De esta manera, no sorprende que eólico signifique precisamente ‘perteneciente o relativo al viento’ y ‘producido o impulsado por el viento’, además de ‘perteneciente o relativo a Eolo, dios de los vientos’.

Las definiciones y la información de carácter etimológico han sido tomadas del Diccionario de la lengua española y del Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Joan Corominas.