Llegó a un Madrid franquista, militó en las protestas universitarias, alentó grupos feministas, se doctoró cum laude con Lázaro Carreter y pasó por el MIT.
En 1969, el año en que Neil Armstrong dio un pequeño paso sobre la Luna, una argentina amante de la literatura llegó a España. Violeta Demonte Barreto (Paraná, 1944) sustituía un Buenos Aires moderno, atiborrado de happenings, psicoanálisis y seminarios sobre marxismo, por un Madrid de recato y fritanga. No vino con la intención de quedarse, pero se quedó, empujada por azares y circunstancias como la llamada de Lázaro Carreter para incorporarla a su nuevo departamento de Gramática Generativa. Catedrática emérita de Lengua Española de la Universidad Autónoma, lingüista de proyección internacional y autora de obras esenciales como Gramática descriptiva de la lengua española (junto a Ignacio Bosque), en 2014 recibió el Premio Nacional de Investigación en humanidades.
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