Como firma invitada, Ignacio Ahumada, del CSIC, nos presenta un nuevo término ‘neonimia’, acuñado para distinguir la neología terminológica de la tradicional, en una lengua, el español, que fue la primera de Europa en adaptarse como lengua de la ciencia.

En el apartado monográfico, M. Teresa Cabré Castellví, presidenta de la Asociación Española de Terminología (AETER), escribe sobre el proyecto Termisesp, una propuesta de organización de la terminología del español. «Toda lengua de cultura requiere una terminología que, sin rechazar préstamos de otras lenguas, se sienta como propia».

Las páginas centrales nos ofrecen una información detallada de lo que es y lo que hace el Observatorio de Neología de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Rosa Estopà, coordinadora del Observatorio, expone el origen y los objetivos de este grupo de investigación que lleva dos décadas analizando el fenómeno de la aparición de palabras nuevas, tanto en catalán como en castellano.

Judit Freixa, del Observatorio de Neología, se refiere en un amplio artículo a los neologismos más frecuentes del español en los últimos tres años. Blog es el neologismo más frecuente; online, el segundo, y phishing (o phising), uno de los más nuevos.

Otros trabajos elaborados por miembros del equipo: ¿Ante una nueva flexión de género?, de María Gené Gil; El sufijo -ing, ¿creatividad al poder?, de Alba Coll, y Encabalgamiento neológico, de Marc Alonso, completan el tratamiento de esta materia lingüística, elegida por la Fundéu para este n.º 9 de su revista.

También se recogen las últimas «recomendaciones» para el buen uso del idioma y las noticias más relevantes que ha producido la fundación, como el acuerdo suscrito con la Expo Zaragoza 2008, que incluye la eleboración de la obra Agua y desarrollo sostenible. Diccionario de terminología clave.

Por último, no faltan las reseñas de novedades bibliográficas y otras publicaciones de interés lingüístico.