Antes de leer lo que viene a continuación, coja aire y despeje su mente. Es posible que no entienda casi nada de la descripción de un día de trabajo ofrecida por el empleado del departamento financiero de una multinacional de Madrid. Literal: «Cuando llego por la mañana enciendo el mac y hago un checking del e mail, hago algunos forwards y envío attachements de excel; a los 30 minutos siempre aparece el assitant, que me suele encargar un chart sobre lasallocations del día anterior. Le doy un resulting lo más exacto posible y a veces incluso una relación de pay outs.
»A eso de las 10 de la mañana ya estoy down; anyway, hago un break y me levanto a la máquina de café. Allí casi siempre coincido con el sales manager. Hablamos de lo que sea y vuelvo a mi puesto. Empiezo a buscar feedbacks para mi curro del día y muchas veces falla el ordenador, que está overdose porque el hard disk no da abasto con tantos gigabites de información. Entonces llamo al departamento de e-management para que me lo resuelvan, pero ya he perdido mucho tiempo y a las 12 tengo un meeting con un workshop y después una conference call para una business review y….».
Lo único que se le pidió a este oficinista fue que contara una jornada laboral como si hablara con un compañero de trabajo. Este fue el resultado.
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