El rey, que ha presidido la ceremonia de entrega acompañado por la reina, ha elogiado a los premiados como ejemplos de un periodismo «veraz y de calidad», en un momento en que este oficio se encuentra sometido a las nuevas demandas del «carácter inmediato e interactivo de la comunicación al alcance de todos».

«Las tecnologías marcan nuevos ritmos y obligan a asumir nuevos formatos, vías y formas de comunicación», pero «siempre habrá que valorar la voluntad y capacidad de un periodista que quiera contar y trasladarnos una noticia, o una historia, que nos ayude a comprender lo que ocurre», ha subrayado el monarca.

Tras valorar la «gran» tarea de la Fundación del Español Urgente (Fundeu-BBVA), don Juan Carlos ha resaltado «a importancia del oficio de periodista ejercido desde el rigor y la independencia» y ha advertido de que «en la era multimedia, es igualmente necesaria la apuesta por la calidad, la fiabilidad, el criterio y la confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación».

Ha agradecido a continuación la «encomiable labor» de las instituciones organizadoras de estos premios, que se caracterizan por su «dimensión iberoamericana» y su «vocación universal», antes de trasladar a los galardonados «la más efusiva enhorabuena», con la convicción de que «su tarea servirá de acicate al mejor periodismo».

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, han participado junto al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo, en esta ceremonia, a la que han asistido representantes de la cultura, la política, los negocios y el cuerpo diplomático.

Grijelmo ha rendido homenaje a la labor realizada en los últimos años por TVE y RNE, dos medios estatales que son «ejemplo de dignidad y profesionalidad en estos tiempos tan convulsos» para el periodismo y que, gracias al trabajo «ecuánime, respetuoso y profesional» de sus periodistas, ofrecen al público «debates sosegados, información equilibrada y contenidos de calidad».

«En un país poco dado a elogiar lo que es de todos, vale la pena lanzar al aire estos adjetivos», ha agregado el presidente de la Agencia Efe, antes de precisar que la alabanza a los medios públicos «no es una descalificación de los demás medios».

Según ha recalcado, «la inmensa mayoría de los medios privados de radio y televisión contribuyen a la pluralidad informativa y responden a las legítimas directrices de sus Consejos de Administración».

Grijelmo ha tenido también unas palabras de recuerdo para el pueblo de Japón, ante el drama humano ocasionado por el terremoto, y ha trasladado su solidaridad al embajador japonés en España, Fumiaki Takahashi, presente en el acto.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional ha destacado «el vigor y la brillantez» del periodismo que se hace a ambos lados del Atlántico y ha destacado el papel de estos Premios Internacionales como «estímulo intelectual» que contribuye a reforzar la cooperación cultural entre los países integrantes de la comunidad iberoamericana.

Por su parte, Barreda ha agradecido la contribución de los reyes al realce y la difusión del idioma español, esa «patria de la palabra» en la que sus hablantes se convierten en «escuderos de Don Quijote», y ha felicitado a los premiados por su «calidad, profesionalidad y compromiso con la verdad».

El Premio Iberoamericano ha recaído este año en la periodista argentina Diana Fernández Irusta por su reportaje «Aún testigos», en el que la autora recoge el testimonio de varios «niños de la guerra» españoles acogidos en su país.

Los colombianos Waldir Ochoa Guzmán y Víctor Hugo Deossa, premiados en la categoría de Televisión, han documentado casos de personas desaparecidas durante el conflicto interno de Colombia con «La Verdad», mientras que el portugués Joâo Francisco Guerreiro ha sido reconocido con el galardón de Radio por su reportaje radiofónico «Missâo Haití».

Precisamente una imagen de la catástrofe haitiana, tomada en Puerto Príncipe poco después del terremoto, ha hecho merecedor al mexicano Daniel Aguilar Rodríguez del premio de Fotografía.

El reportaje sobre inmigrantes africanos y asiáticos «Urabá, otro 'hueco' entre Colombia y la USA», del colombiano José Enrique Guarnizo, ha logrado el premio en la modalidad de Prensa, en tanto que el de Periodismo Digital ha distinguido este año a un trabajo del equipo de Especiales del diario el mundo.es, que dirige Sonia Aparicio, dedicado al centenario de la Gran Vía de Madrid.

El español Javier Ortega Vizcaíno ha recibido el Premio Don Quijote en su séptima edición por el artículo «Tango de ley», en el que defiende la inmortalidad de este género musical.

En el acto de entrega se ha proyectado un vídeo formado por decenas de fotos de caras conocidas de la vida política, social, cultural y deportiva, procedentes del archivo gráfico de Efe, unidas por el gesto común de comprobar la hora en su reloj, que se ha ganado la sonrisa de los reyes.

La ceremonia ha concluido tras una actuación del Orfeón Pamplonés que ha comenzado, de forma inesperada para los invitados, con la voz de algunos de sus solistas entre el público, una «maravillosa y fantástica sorpresa», en palabras de don Juan Carlos, que ha dado la enhorabuena a los intérpretes por esta forma «tan original» de ofrecer su concierto.

El Premio Iberoamericano y el Don Quijote están dotados con 9.000 euros y el resto con 6.000 euros cada uno, además de una escultura de Joaquín Vaqueros Turcios.