«Para mí, es un gran honor este legado que me has invitado a depositar», ha reconocido Merino, Premio Nacional de las letras españolas 2021, ante el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en un acto en el que también ha estado presente su hija, y también escritora, Ana Merino, su mujer y sus dos nietos.
El legado de Merino contiene 75 cartas que el autor envió a su hija cuando esta vivía en el extranjero, entre Holanda y Estados Unidos; dos cuentos manuscritos, que forman parte de su obra Cuentos de los días raros (2004); la edición del 25.º aniversario de Cuentos del reino secreto (1982), y los libros Novela de Andres Choz (1976), Sitio de Tarifa (1972), Intramuros (1998), Parnasillo provincial de poetas apócrifos y Palabras en la nieve.
El escritor, Premio Castilla y León de las Letras en 2008, también ha depositado tres figuras de los Reyes Magos, que él mismo ha datado de en torno a los años 40 o 50 y que formaban parte del belén familiar de su infancia.
García Montero ha destacado la importancia del legado, como un «reconocimiento del tiempo que pasa», y el compromiso con la memoria y el futuro, y ha añadido que «recibir las mejores herencias es un buen modo de comprometerse con el futuro».
El director ha definido la carrera de Merino como «una vida dedicada a la literatura, a la creación, a la meditación sobre el arte de contar, a la capacidad creativa más rica, capaz de reconocerse a uno mismo y en uno mismo el otro».
Tras el acto, se ha celebrado una mesa redonda a modo de presentación del nuevo trabajo del autor, Yo y yo en breve, en el que han participado su hija Ana Merino, y la filóloga y profesora en la Saint Louis University Ángeles Encinar.