En un razonamiento simplista y reductor, los diccionarios se reconocen como libros en los que se pueden buscar palabras cuyo significado se ignora.
Pero en cuanto nos aproximamos a ellos descubrimos que a veces no incluyen las palabras que buscamos, y que cuando sí las tienen, ¡son libros enormes, pesan mucho, las palabras están llenas de marcas raras y presentan más de un significado!
Con demasiada frecuencia tenemos la sensación de estar ante un libro de códigos sin descifrar, cuando, en realidad, se parece mucho más a un libro de tesoros por descubrir.
Esta imagen interactiva intenta orientar sobre qué tipo de contenidos podemos esperar de cada entrada de un diccionario: significados, sí, pero también partición silábica, etimología, ejemplos e indicaciones de uso, sinónimos…