El XV Seminario Internacional de Lengua y Periodismo, organizado por la FundéuRAE y la Fundación San Millán de la Cogolla, comenzó el martes 5 de octubre. Tras la sesión inaugural y el primer debate, se celebró la segunda mesa, titulada «Divulga, que algo queda», en la que participaron José A. Pérez Ledo, creador y director de contenido del programa de divulgación científica Órbita Laika; Pere Estupinyà, químico y director y presentador de El cazador de cerebros en TVE; Marián García (Boticaria García), doctora en Farmacia y divulgadora, y Javier Salas, periodista de «Materia», la sección de ciencia de El País. El debate estuvo moderado por Carme Riera, catedrática de Literatura Española, escritora y académica de la RAE.
La necesidad de que el lenguaje científico sea sencillo y comprensible fue uno de los pilares de la mesa. Pérez Ledo explicó que en Órbita Laika intentan utilizar «el lenguaje de la calle» y por eso dejan que los colaboradores (que son, a su vez, expertos de distintos campos) hagan sus propios guiones. En su opinión, «es mucho más complicado saber explicar bien el big bang que hacerlo técnicamente bien en términos de guion». Por su parte, Pere Estupinyà criticó los eventos en los que se habla de una forma que no llega a la gente: «El público saldrá de aquí pensando que no volverá a un evento de ciencia».
La divulgadora Marián García coincidió en que se puede ser creativo a la hora de explicar ciertos temas para conseguir llegar mejor a la ciudadanía: metáforas, disfraces, canciones…, pero insistiendo en la importancia de utilizar un lenguaje preciso, pues, de lo contrario, se puede dar veracidad a algo que no la tiene.
El periodista Javier Salas, que intervino por videoconferencia en el debate, centró su exposición en los acontecimientos científicos que suponen un «tsunami de información», como han sido la pandemia o la erupción del volcán de La Palma. El lenguaje técnico se puede ir adaptando y ampliando en las informaciones a medida que los conceptos se van repitiendo a lo largo de días o meses. «Tenemos que ir un poco dosificando el conocimiento para no asustar a la gente con conceptos que no maneja»; una vez que el conocimiento se asienta, los medios «van de la mano del público» y pueden «ir profundizando más». El periodista también destacó el papel de las infografías durante esta pandemia, una manera «fácil e intuitiva de llegar a la gente».
Otro de los temas tratados en el debate fue el fin último de la divulgación científica, si debe entretener o simplemente tratar de enseñar. Para Pérez Ledo, la prioridad es «el entretenimiento responsable». Marián García, por su parte, se mostró muy clara: «Yo sí quiero entretener. O entretengo o no me escuchan». No obstante, afirmó que el entretenimiento es solo «un medio para un fin», pero es indispensable tener en cuenta que ahora la gente prefiere un tiktok o un reels de Instagram antes que un artículo de blog.
En cambio, Pere Estupinyà se mostró convencido de que el entretenimiento y el humor pueden ser parte de la divulgación, aunque deben hacerse bien para que llegue el mensaje adecuado a la audiencia. «En divulgación, yo me conformo con que la gente tenga una visión positiva de la ciencia y de los científicos, para que, cuando aparezca algo como la pandemia, sus fuentes sean los investigadores y los científicos», defendió.
Por último, los ponentes coincidieron en que es necesario que la ciencia esté presente en todos los ámbitos de la información. «Hay que intentar que la ciencia esté en todas partes, igual que están la política y la economía. Salvo en un estilo: el aburrido», concluyó Pérez Ledo.