En esta ocasión hemos elegido unos versos de Inma Luna (Madrid, 1966).

Me asomo a la baranda

y desde allí,

con un sol tan benévolo que parece una tregua,

veo cómo pasean los hombres y las mujeres,

veo cómo se besan,

se cogen de la mano

y juegan con sus hijos en la arena;

les enseñan los colores del mar,

el olor que remolcan las olas

y, por un instante,

todo parece tan sencillo…

como si vivir tan solo consistiese

en amar y enseñarnos

lo hermoso que puede ser el mundo.