Las palabras sí importan, nombre escogido para esta publicación, parte de la base de que el colectivo de personas con problemas de salud mental es de lo más diverso, que hay que «marcar conciencia colectiva porque la salud mental nos afecta a todos en su conjunto» y que hay que «traspasar el relato del drama».

Reconoce que el suicido es un tema históricamente silenciado y defiende que los medios «pueden ser aliados en la prevención dando cobertura a esta realidad», siempre siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aparecen en la campaña #HablaDelSuicidio.

La guía se centra en cuatro objetivos, con sus problemas o errores, sacados de hechos reales y de titulares, y sus soluciones o indicaciones.

LENGUAJE

  • No: tener prejuicios y concepciones equivocadas (Ejemplo: «La genialidad y el trastorno mental, a un paso»).
  • Sí: documentarse antes de reproducir estereotipos.
  • No: hablar de enfermos y enfermas mentales («Un enfermo mental pide en el Congreso eliminar estigmas»).
  • Sí: hablar de personas con problemas de salud mental.
  • No: etiquetar a las personas sustantivando su condición («El Supremo reconoce a un esquizofrénico orensano su derecho a votar»).
  • Sí: mostrar a las personas de forma integral.
  • No: uso inapropiado de términos de la salud mental en otros contextos («Aluvión esquizofrénico de goles en Dortmund»).
  • Sí: cuidar el lenguaje para no frivolizar.
  • No: titulares alarmistas o morbosos («La traumática vida de Sinead O´Connor: maltratos, vejaciones y un trastorno bipolar»).
  • Sí: hablar con naturalidad de los problemas de salud mental.
  • No: confundir el trastorno mental con otras discapacidades («El Congreso reconoce el derecho a votar a 100 000 discapacitados intelectuales»).
  • Sí: recurrir a fuentes veraces para transmitir información exacta.

IMÁGENES

  • No: imágenes de personas en actitud pasiva; imágenes que transmiten sensaciones como soledad y aislamiento, o miedo, angustia, desesperación y/o desequilibrio.
  • Sí: ilustrar conceptos evitando fomentar una visión negativa de la salud mental.

TEMAS

  • No: caer en estereotipos de género.
  • Sí: aplicar la perspectiva de género.
  • No: utilizar una visión paternalista («El relato de un enfermo mental emociona al Congreso»).
  • Sí: menos compasión, más derechos.
  • No: mostrar siempre una visión negativa de los trastornos mentales.
  • Sí: hablar de salud mental en positivo.
  • No: vincular violencia y salud mental («Un enfermo mental que quiso matar a su madre en Donostia será internado en un psiquiátrico»)
  • Sí: romper el falso vínculo violencia-trastorno mental.
  • No: invisibilizar a determinados colectivos con problemas de salud mental como personas migrantes o sin hogar.
  • Sí: visibilizar a todos los colectivos.
  • No: culpabilizar a los familiares o a la propia persona.
  • Sí: tener especial cuidado en los contenidos de salud mental en niños y jóvenes.

VOCES

  • No: muy pocas veces la información proviene directamente de personas con problemas de salud mental y mayoritariamente proviene instituciones públicas del mundo médico científico.
  • Sí: dejar que hablen también los protagonistas para que aporten su experiencia propia en primera persona.