García Montero, que ha adelantado en rueda de prensa los asuntos que aborda el Patronato del Instituto Cervantes en la reunión anual que presiden los reyes en Aranjuez (Madrid), ha recalcado que es el espíritu panhispánico el que puede ayudar a hacer fuerte el español.

El director del Cervantes ha subrayado la colaboración «muy estrecha» que mantiene esta institución con la Real Academia Española y el apoyo al camino emprendido cuando se decidió que el diccionario del español debía ser realizado por las 23 academias de la lengua que existen en el mundo y no solo por la española.

García Montero ha expresado también su «admiración intelectual» por el director de la RAE, Darío Villanueva, quien ha decidido no presentarse a la reelección del cargo en las elecciones del próximo mes de diciembre.

García Montero, que se ha solidarizado con Villanueva ante la situación económica de la RAE, ha indicado que le llama la atención lo poco que se preocupan los presupuestos por la cultura y la poca concienciación que hay sobre el papel económico y diplomático del español.

Entre los proyectos que hoy trata el patronato, máximo órgano rector del Cervantes, García Montero ha destacado el inicio de los estudios para la apertura de sedes de esta institución en Washington y Los Ángeles, esta última a raíz de una propuesta que recibió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su reciente viaje por Estados Unidos, y la reapertura de la de Gibraltar.

Respecto a los presupuestos destinados al Instituto Cervantes, su nueva secretaria general, Carmen Noguera, ha explicado que las previsiones para el próximo año son de 131 millones de euros frente a los 124 millones de 2018, lo que supone un aumento del 5 por ciento de la aportación del Estado, y ha recordado que la autofinanciación de la institución es del 46 por ciento.

El director y la secretaria general han destacado la tendencia de aumento de los exámenes de conocimiento que realiza el Cervantes para adquirir la nacionalidad española, unas pruebas que, ha asegurado García Montero, «son un mecanismo más de integración que de separación» de los extranjeros en España.

Así, un total de 67 150 candidatos se presentaron a la prueba de conocimientos constitucionales y socioculturales de España durante el pasado curso en las diez convocatorias anuales celebradas en 277 centros examinadores.

Desde su entrada en funcionamiento, más de 162 000 aspirantes se han presentado a la prueba que deben superar los aspirantes a obtener la nacionalidad española por residencia o por su origen sefardí.

Mientras, los candidatos a la obtención del Diploma de Español (DELE) fueron 109 350 y por niveles, el más solicitado fue el A2 que se precisa para adquirir la nacionalidad española, con 29 620 candidatos.

En total, el Cervantes registró en el último curso académico 2017/18 casi 140 000 matrículas de las que 117 960 correspondieron a alumnos presenciales que estudiaron español en cursos generales (83 527) o especiales (34 433). El resto corresponde a cursos del Aula Virtual, con más de 6 000 licencias vendidas, y a cursos de formación de profesores.

Entre otros próximos proyectos, García Montero ha recordado también la creación de un Museo de la Lengua en la sala de exposiciones de la sede central en Madrid.

Asimismo, apostará por la formación de los profesores que enseñan español en el extranjero a través de una certificación de calidad del Cervantes.

La constitución de un organismo que integre a todas las instituciones dedicadas a la cultura y la enseñanza en español en Iberoamérica similar a EUNIC, la que existe en Europa de todos los institutos nacionales de cultura, así como la creación de un Círculo Iberoamericano de Amigos del Cervantes, para que apoyen los proyectos culturales, son otros de los proyectos expuestos en el Patronato.