Redactado por la Fundación del Español Urgente —promovida por la Agencia EFE y BBVA— y editado por Debate, este Segundo compendio ilustrado y azaroso de todo lo que siempre quiso saber sobre la lengua castellana es la continuación del primer compendio (aquel ilustrado y azaroso), publicado en 2012.
Como en aquella ocasión, se trata de un libro de pequeño formato y aspecto premeditadamente clásico que reúne, sin orden aparente, listas de palabras dudosas, errores frecuentes, explicaciones sobre neologismos o extranjerismos que están en el habla de cada día…
«Aunque, por supuesto, es una obra que puede leerse ordenadamente desde la página 1 a la 210, está pensada también para poder abrirla por cualquier parte y encontrar siempre un dato interesante, un consejo útil, una advertencia curiosa», explica Joaquín Muller, director de la Fundación del Español Urgente.
«El interés por la lengua es indudable y creciente. Los debates lingüísticos y las obras que tratan ese tipo de temas proliferan en las librerías. Este no pretende ser un manual, ni tan siquiera un libro de referencia; lo que busca es entretener, mostrar curiosidades y resolverte cuestiones de las que a veces creías no tener dudas», añade Muller.
«¿Quién no ha estado en una reunión en la que han surgido dudas sobre cómo se escribe tal o cual palabra; si este u otro término son correctos, o sobre el origen de esta o aquella expresión? Todos, en un grado u otro, —señala el director de Fundéu— estamos interesados por la lengua y sus entresijos y debatimos, incluso, sobre si tal o cual término debe estar o no recogido en el Diccionario».
Recorriendo las páginas del Compendio es posible aprender que pibón se escribe con b, que no todos somos Rodríguez con mayúscula, pero que podemos serlo con minúscula si nos quedamos solos en la ciudad durante las vacaciones, o que la palabra meme es correcta… «y lo sabes».
También conocer el sesquipedalismo, o dicho más llanamente, la tendencia a usar palabras largas donde podían utilizarse otras más cortas y, a menudo, más claras (climatología por clima, tipología por tipo o contabilizar por contar). Y por si quiere evitarlas (o quién sabe si utilizarlas), puede encontrar una lista con decenas de casos.
Las palabras que solemos escribir con tilde y no la llevan (ti, videojuego, examen, fue…), la manera correcta de escribir las unidades de medida o los bulos lingüísticos que hemos oído mil veces y de los que no conviene fiarse («las palabras que no están en el Diccionario no deben usarse», «las mayúsculas no se tildan», «la hache siempre es muda»…) son algunos otros de los contenidos que pueden encontrarse en el Compendio.
La obra, tras la explicación de por qué lo adecuado es hablar de punto final y no de punto y final, se cierra en su contraportada con una cita de Miguel de Unamuno: «La lengua no es la envoltura del pensamiento, sino el pensamiento mismo».