Pérez participa en la Conferencia Internacional de Observatorios de las Lenguas y las Culturas, que organiza el Observatorio Global del Español, liderado por el Instituto Cervantes con la colaboración del Gobierno regional de La Rioja, y que reúne a expertos de España, Alemania, Argentina, Brasil, Estados Unidos, México y Japón.
Destacó la importancia que tiene la UNAM, que alberga el Observatorio del Español para América Latina y el Caribe y que analiza el tratamiento de la lengua en la enseñanza y las nuevas tecnologías en los países americanos.
«Es fundamental contar con un observatorio que mire el panorama de un espacio geográfico», subrayó, en referencia a América Latina y el Caribe, que tenían lenguas originarias anteriores a que llegara el español y que se han incorporado a este idioma que se habla en los distintos países de Latinoamérica.
Por ejemplo, países como Bolivia, Perú y Chile han incorporado sus lenguas originarias al español, «desde la herencia de las emociones» y, a este respecto, el Observatorio del Español para América Latina y el Caribe puede ser también un elemento integrador para proyectar la imagen y la identidad de los países hispanohablantes.
Otra de las razones por las que considera importante la presencia de este observatorio es por el aspecto antropológico y demográfico de la lengua, ya que «hay ciertos lenguajes, como el jurídico, que puede ser privativo de ciertos niveles de educación y que segregan a una población que no entiende ese lenguaje».
La lengua es un derecho humano
Para Ana Elsa Pérez, es importante facilitar a la población el uso de un lenguaje adecuado para la mayoría, y este observatorio puede tener un destacado papel para considerar que «la lengua, sobre todo, es un derecho humano», afirmó.
Resaltó la importancia de que este observatorio se aloje en la UNAM porque «mirar desde una universidad quiere decir mirar desde un universo, que es el universo desde la academia, que mira todas las posibilidades interdisciplinares y multidisciplinares, pero, sobre todo, en el caso de América Latina, interculturales».
Defendió una necesaria apuesta por un español que incluya el lenguaje científico y la divulgación de la ciencia, en lugar de apelarse más al inglés en estos países de habla hispana cuando se habla de esas cuestiones.