Si la respuesta es negativa no hace falta que montes una jeremiada, porque a continuación te explicamos el origen y significado de diez de los sustantivos con más personalidad de nuestro Diccionario, para que la próxima vez quedes como un auténtico demóstenes.

La literatura, la religión o la mitología nos han dejado numerosos personajes que, con el paso del tiempo, han perdido su mayúscula y se han instalado en las páginas del Diccionario académico. Convertidos así en nombres comunes, sirven para referirse a las personas que reúnen las cualidades atribuidas habitualmente a dichos personajes.

1. «Tiene sus principios muy claros, es un quijote» 

Don Quijote de la Mancha es todo un básico en nuestras estanterías y en nuestro vocabulario. Quijote es un sustantivo de lo más socorrido cuando queremos calificar a un hombre que, al igual que el héroe de la famosa novela de Cervantes, es fiel a sus ideales y ‘obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas’ o que es ‘alto, flaco y grave’.

2. «Es un auténtico demóstenes, siempre sabe qué decir»

Demóstenes, el orador más famoso de la Antigua Grecia, ha pasado directamente de la historia al Diccionario de la lengua española. Puedes tomar su nombre prestado para denominar a una ‘persona muy elocuente’.

3. «No se le escapa una, ¡menudo argos!»

En la mitología griega, Argos era un gigante guardián con cien ojos y, por tanto, muy efectivo, ya que sus ojos nunca se cerraban al mismo tiempo para dormir. Cuando se utiliza como sustantivo común, se hace para referirse a una ‘persona muy vigilante’.
¿Quieres otra alternativa? El can Cerbero, el perro de tres cabezas que guardaba la puerta de los infiernos en la mitología griega, ha pasado también al Diccionario como cancerbero/a con el significado de ‘guarda severo o de bruscos modales’ o, como bien saben los aficionados al fútbol, como sinónimo de portero.

4. «Soy la benjamina de la familia»

El texto bíblico nos dio a conocer el nombre del hijo más joven del patriarca Jacob, Benjamín, el cual sirve hoy en día para denominar al ‘hijo menor de una familia’ o ‘miembro más joven de un grupo’ y puede utilizarse tanto en masculino como en femenino: benjamín/benjamina.

5. «Tiene fama de donjuán»

Don Juan lleva siendo el mujeriego más famoso de la cultura popular desde el siglo XVI. Desde entonces, ha protagonizado numerosas obras dentro y fuera de España como personaje arquetípico del ‘seductor de mujeres’. Esto lo ha llevado a convertirse en sustantivo común para designar a un hombre de comportamiento similar. Se puede escribir en dos palabras (don juan) o todo junto y con tilde (donjuán).
Otra opción es utilizar el sustantivo tenorio, apellido con el que más se conoce a este personaje.

6. «Siempre está criticando a las espaldas, es un tartufo»

La obra Tartufo o el impostor, del francés Molière, nos ha dejado el sustantivo tartufo, que se utiliza para referirse a un ‘hombre hipócrita y falso’, principales cualidades del protagonista de la novela. Para insultar con elegancia.

7. «¡Vaya celestina estás hecha!»

El personaje de Celestina no solo consiguió eclipsar a Calisto y Melibea, los verdaderos protagonistas de la tragicomedia de Fernando de Rojas, y colocarse en el mismísimo título de la obra, sino que además se ha ganado un hueco en el Diccionario. Este sustantivo puede utilizarse tanto como sinónimo de alcahueta (‘mujer que concierta una relación amorosa’) como con carácter irónico con el significado de ‘persona que facilita o promueve de manera encubierta contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo’.

8. «Se queja por todo, es un jeremías»

A pesar de que a Jeremías, conocido como el profeta de las lamentaciones de la Biblia, entre persecuciones y torturas no le faltaban motivos para quejarse, su nombre sirve hoy para denominar a alguien ‘que continuamente se está lamentando’ o que es un quejica. Podemos adivinar fácilmente, por tanto, que una jeremiada es una ‘lamentación o muestra exagerada de dolor’.

9. «Es un salomón, siempre da los mejores consejos»

Salomón, monarca del reino unido de Israel e hijo de David, es descrito en la Biblia como el hombre más sabio de la Tierra. Esta fama le ha valido un sitio en el Diccionario académico, y puede utilizarse para designar a un ‘hombre de gran sabiduría’.

10. «Desde que vas al gimnasio estás hecho un hércules»

Hércules, el hijo del dios Júpiter y la mortal Alcmena en la mitología romana, siempre ha sido todo un símbolo de fuerza y heroísmo. Nuestro idioma le ha quitado su carácter divino para convertirlo en un sustantivo común, que se utiliza habitualmente para referirse a un ‘hombre de mucha fuerza y gran musculatura’.
Con un significado similar encontramos también al personaje bíblico más fuerte y con la mejor cabellera: Sansón. Puedes utilizar su nombre para designar a un ‘hombre muy forzudo’.

El Diccionario está lleno de sustantivos comunes con vida propia, pero siempre hay sitio para alguno más. Personajes de novelas y películas, políticos, deportistas, celebridades… ¿Quién será el próximo en hacerse un sitio en nuestro vocabulario?

Las definiciones de todos estos sustantivos están tomadas del Diccionario de la lengua española.