Noticias del español

| María Luisa García Moreno (Revista Pionero, Cuba, marzo del 2015)

Del idioma: ¿Existe o no existe?

No me canso de decir que constituye un error creer que porque una palabra no está en el diccionario no existe.

Por el contrario, para que una palabra se incorpore al diccionario, debe primero ser muy empleada. Pero, además, razonemos… el actual Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) tiene 93 111 artículos o lemas y 195 439 acepciones, que ocupan un total de 2 376 páginas: la lógica elemental dice que todo no puede estar ahí.

Primero, hay muchas palabras que por su nivel de particularidad se hallan en diccionarios especializados de una determinada rama del saber: hay diccionarios o glosarios de terminos geográficos, deportivos, medioambientales, militares, agronómicos, sobre la crisis económica, de ética, educación artística, administración, de apodos, de nombres de mujeres… y hasta de burradas. Segundo, el número de palabras posibles es incalculable y se registran las que tienen un uso estable; pero el DRAE recoge los elementos compositivos que permiten formar multitud de palabras de significado deducible.

Así por ejemplo, Salvador Gutiérrez, dirigente de esta edición del lexicón académico, explicó que en el Diccionario… aparece irritabilidad (de irritable), pero no agitabilidad (de agitable). ¿Acaso esta no existe? Pues no, con toda facilidad podemos deducir su significado si consultamos las entradas del sufijo -bilidad y del adjetivo agitable, tras lo cual, podemos concluir que agitabilidad es la ‘cualidad de lo agitable’ (‘que se puede agitar’).

En cierta ocasión, una querida amiga me preguntó por el término megaconcierto. No aparecía en el diccionario entonces y desconozco si ya lo está —y lo mismo vale para megabyte—; pero mega- y megalo- son elementos formadores de palabras, que significan ‘grande’ o ‘amplificación’. Se les usa en megafonía (‘conjunto de micrófonos, altavoces, etc.’) y megáfono; megalito (‘monumento de piedra sin labrar’ — lito, ‘piedra’—) y megalítico; megalomanía (‘manía de grandeza’) y megalónomo; megalópolis (‘ciudad gigantesca’). También significa ‘un millón de veces’ y con nombres de unidades de medida, forma el múltiplo correspondiente: megaciclo o megahercio (MHz) y megavatio (MW) —recuerden que los símbolos de las unidades de medida no llevan punto.

El verbo museizar está bien formado en español y su uso, ya habitual, es correcto en nuestro idioma. Está formado por el lexema muse + el sufijo verbal  -izar, uno de los recursos más comunes empleados en nuestra lengua para formar verbos a partir de sustantivos o adjetivos. Lo cierto es que museizar está correctamente formado y su entrada a los lexicones depende del uso.

Más sorprendente resulta que pueda estar ausente del DRAE vallenato, término que da nombre a un género musical colombiano, que cuenta con reconocimiento continental. Sin embargo, se incluyó mileurista, ‘dicho de una persona que percibe un sueldo mensual que se sitúa en torno a mil euros’, término que se emplea solo en España, país que pertenece a la Comunidad Económica Europea. Y es que no podemos olvidar que, aunque hay una intención concretada en numerosas entradas nuevas y en continuas consultas con las 22 Academias, en esta dirección aún queda camino por andar.

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