A la empanada de la be y la uve, en los que sesean se añade la de la ce, la zeta y la ese.
Realmente el español nunca se ha ido de Filipinas, se habla poco pero permanece en las lenguas locales y, sobre todo, en la Historia y en los archivos de este país, en su literatura, etc.
Si no la encuentras, rellena nuestro formulario: