DECÍAN los clásicos que el primer paso hacia el conocimiento lo representa el asombrarse, es decir, encontrar motivo de reflexión en lo que tenemos ante nuestros ojos. Y resulta descorazonador comprobar la escasa capacidad de asombro que mostramos, en general, hacia lo que atañe a nuestra maltratada lengua.
Si no la encuentras, rellena nuestro formulario: