Así como a nuestros compatriotas residentes en España les llama la atención el uso de la lengua que hacen ciertos españoles, así extraña a muchos hispanohablantes extranjeros el uso que aquí en el Ecuador hacemos de nuestro idioma.
Gazapo número tres: La falta de concordancia entre el sujeto y su predicado, y no me refiero aquí a los casos un tanto difíciles, como los de un núcleo de sujeto colectivo y su modificador indirecto: «Un buen número de personas ‘corría’ la maratón» o «un buen número de personas ‘corrían’ la maratón», porque ambos son correctos. Tampoco quiero hablar de la concordancia en las oraciones copulativas, que trataré en otra ocasión.
Gazapos se llaman las crías de los conejos, y también los gazafatones, o gazapatones, (errores) que se cometen al hablar o al escribir en nuestro rico y hermoso idioma. En nada se parecen los simpáticos animalitos del orden de los lagomorfos a los dichos gazapatones, excepto en su reproducción excesiva. Muchos gazapos he encontrado, pero me limitaré a los principales, de los cuales algunos no son nuevos, pero avanzan, como si la gramática no existiera.
En anterior entrega me ocupé de un doble gazapo encontrado en documento de institución de altos estudios nacionales. Me refería a la expresión (incorrecta ortográficamente, barbarismo sintáctico) «acto ha realizarse».
Un amable lector me pregunta cuál de estas dos frases es la correcta: «Soy de Ecuador» o «Soy del Ecuador».
Me ocupé en entregas anteriores de las diferencias de uso y significación del verbo SER y del verbo ESTAR.
Alguna vez me entretuve en esta columna con el ecuatoriano ABARROTES (o tienda de abarrotes) y su equivalente español ULTRAMARINOS (o tienda de ultramarinos). Hace poco, una lectora y entrañable amiga, me indica que en algunos países hispanohablantes de nuestra América, sinónimo de ambos vocablos es PULPERÍA. Por ejemplo, en Costa Rica.
Respecto
Hablaba en entrega anterior del vocablo «gradación», distinto en su significado de «graduación», aunque ambos son parientes (semánticamente hablando, claro).
Remataré en esta entrega el tratamiento de la locución conjuntiva toda vez que.
A propósito de la locución gramatical conjuntiva toda vez que, suscitadora de inquietudes en una cuidadosa secretaria, comencé en anterior entrega el tratamiento de tal locución y también el de otras.
Érase una vez
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