Dicta un dicho popular: «según el sapo, es la pedrada»; pero de nada servirá si no se da en el blanco. Supongo que para David fue muy importante considerar el tamaño de la piedra para derribar a Goliat. Una pequeña no hubiese tenido gran mella en aquel gigante, aunque diera en su cabeza. Al escribir sucede lo mismo: es fundamental considerar ambos aspectos, el tino y el tono de su documento.
María D'Alessandro hace un gran inventario de las palabras cotidianas.
De estas construcciones galicanas, la más común es 'es por eso que', una muestra de la cual nos obsequió otro editorial del Periódico de Casa, dos días después.
¿Halar o jalar? Siempre se oye el uso del verbo jalar que muchos piensan que está mal pronunciado. La verdad es que ambas formas son admitidas por la Academia. De allí la expresión correctísima: Jalar mecate. Por cierto, el verbo jalar es considerado como de uso en el lenguaje coloquial.
No se trata de cometer errores espantosos, sino de buscar la manera lógica de decir las cosas.
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