Confort es la forma adecuada y no cónfort, tal como indica el diccionario académico.
La forma inadecuada de escritura y pronunciación llana es habitual en algunos países latinoamericanos. Tampoco es recomendable la forma anglicada comfort.
Se trata de un término de origen francés incorporado al léxico español, cuyo uso se puede alternar con equivalentes como bienestar o comodidad.