El adjetivo cancerígeno indica que algo produce o favorece el cáncer, mientras que canceroso se refiere a lo perteneciente o relativo a esa enfermedad, y por lo tanto no es apropiado usarlos indistintamente.
Es frecuente el uso equivocado del adjetivo cancerígeno en los medios, como en los siguientes casos: «Cristina Fernández recibió el alta médica tras determinarse que no había presencia de células cancerígenas» o «El presidente Chávez dijo que le extrajeron un tumor cancerígeno en La Habana».
Cancerígeno, al igual que carcinógeno, significa ‘que produce o puede producir cáncer’ y por lo tanto no es adecuado aplicarlo a aquello que no tenga esta propiedad, como una célula o un tumor, pues en ese caso lo apropiado es utilizar canceroso, que quiere decir ‘que tiene las características o la naturaleza del cáncer’.
Por esa razón, en los casos mencionados lo adecuado habría sido escribir «Cristina Fernández recibió el alta médica tras determinarse que no había presencia de células cancerosas» y «El presidente Chávez dijo que le extrajeron un tumor canceroso en La Habana».