Los titulares no dejan lugar a dudas: «Comienza la era phablet», «Los phablets son el futuro de los dispositivos móviles», «La phablet más fina y a un precio razonable» e, incluso, con ansiedad comprensible, «¿Veremos un phablet de Apple?». A lo que un despistado podría añadir: «Si no es mucha molestia, ¿alguien me explica qué es un phablet?».
Por supuesto, basta una consulta rápida para averiguar que esta palabra se emplea al designar a aquellos dispositivos móviles que combinan las prestaciones de un teléfono (phone) y una tableta (tablet). El resultado, no obstante, no es por completo castizo. No como el chotis, desde luego, aunque también trae consigo un baile, concretamente de términos que aspiran a traducir la voz inglesa original: ¿tabletófono?, ¿tablófono?, ¿alguien apuesta por tebleta o telebleta?
Pese a ser todos ellos acrónimos bien formados, ninguno de ellos suena a tecnología puntera, sino más bien a puntera de zapatófono y al inolvidable papel de Maxwell Smart en Superagente 86. ¡Ha llovido!
¿Cuál de estos términos, en fin, acabará imponiéndose? A la espera de un ganador, cabe apuntar como alternativa el vocablo tabléfono, tal como sugiere la Fundéu BBVA en su recomendación urgente del día.