Diseñar o rediseñar un portal pensando en segmentar la arquitectura de la información por país o lengua implica tener en cuenta múltiples detalles y combinar diferentes requerimientos que deben ser pensados y definidos en una estrategia de internacionalización web.
Vamos a recopilar algunos de ellos, desde el punto de vista de:
- Estándares web: el World Wide Web Consoritum tiene una guía de internacionalización que nos enseña a mejorar el código para garantizar su utilización universal, como por ejemplo utilizando identificadores basados en el idioma y la localización, usando el atributo lang en HTML al indicar el idioma o el atributo xml:lang en XML.
- SEO (posicionamiento en buscadores): hay que elegir bien la estructura de dominios, subdominios y carpetas que utilizaremos para el país, los idiomas y las distintas temáticas: todo se puede gestionar con Google Webmaster Tool. Además, hay que considerar que Google no es todo lo universal que nos creemos, por ejemplo en China domina el buscador Baidu, o en Rusia Yandex, con lo que si atacamos esos mercados, deberemos tener en cuenta las particularidades de sus algoritmos, como, por ejemplo, tener IP locales en los servidores.
- Arquitectura de la información: aquí es clave segmentar bien al público potencial de cada país y pensar en cómo va a querer encontrar la información, porque la misma información puede ser buscada de forma diferente por usuarios de países diferentes. Dos ejemplos:
- En turismo, un español busca de forma más específica un punto turístico en España, porque conoce la geografía. Un belga, sin embargo, muy probablemente empiece buscando algo como por ejemplo «vacance en espagne» y, a partir de ahí, empezará a tirar del hilo hasta concretar su necesidad de información. Por tanto, la estructura del portal deberá tener en cuenta estas particularidades.
- En un portal universitario, los estudiantes locales van al grano, buscan la carrera que quieren, dónde ir a clase, cuándo, etc. Los estudiantes internacionales no solo necesitan esa información, sino también qué asignaturas será impartidas en inglés, cómo conseguir casa, la posición en el ranquin mundial de universidades, etc.
- Diseño de interacción: todo lo anterior se reflejará en el diseño de interacción, e incluso en la disposición en pantalla de los menús. Un detalle que no se suele contemplar es que en alemán, las palabras suelen ser más largas de media que en español, y mucho más que en inglés, así que si tienes en español un menú horizontal con muchas secciones, en alemán te puede dar algún problema, e incluso puede que sea mejor que optemos por un menú vertical, sobre todo si a largo plazo, las secciones van a crecer en número. O, por ejemplo, las webs chinas de comercio electrónico gustan de largas páginas de inicio con mucho scroll, así como (en el caso de tiendas de ropa) los rostros occidentales, no solo locales.
En cualquier caso, la regla general sería no traducir simplemente el portal, sino tener presente en cada caso al público con el que ese portal se va a relacionar.