Hoy en día las llamadas industrias de la lengua ofrecen una gran variedad de herramientas para la corrección de texto. Estos programas son capaces de verificar, cada vez con mayor eficacia en cobertura y precisión lingüísticas, la corrección ortográfica, gramatical, tipográfica o de estilo, según los niveles de procesamiento que incluya la aplicación.
Incluso, hay aplicaciones configurables en todos sus niveles de lengua (sintáctico, léxico-semántico, discursivo, etc.) para afrontar el texto desde una determinada opción de corrección. Por ejemplo, la inclusión de un párrafo demasiado extenso, un tecnicismo o un coloquialismo podrá considerarse más o menos aceptable según la variedad estilística a la que pertenezca el texto (literario, periodístico, científico, etc.); de la misma manera, las estructuras voseantes serán apropiadas en un texto de español de América y no de español de España.
Por otro lado, algunos correctores destacan por su habilidad para sugerir alternativas, acompañando el error de la explicación didáctica y la bibliografía correspondientes, lo que los dota de un importante valor añadido a la hora de utilizarlos como opción de ayuda en la escritura.
¿Cómo funcionan?
El reconocimiento de palabras con error ortográfico suele fundamentarse en su comparación con una lista de formas correctas almacenadas en la propia aplicación. Así, si el programa encuentra una palabra que no existe en dicha lista, activa su asistente para avisar del error. De ahí que frecuentemente se ofrezcan falsas alarmas de revisión ante nombres propios, tecnicismos o palabras poco habituales. Con el fin de paliar esta carencia, los correctores automáticos suelen incluir la opción de ampliar de forma personalizada los diccionarios.
Por la misma razón, un verificador exclusivamente ortográfico nunca señalará errores tales como la falta de concordancia gramatical: *los niños lee libros, ya que todas las palabras presentan una perfecta ortografía. A su vez, puede fracasar en la identificación del error si la escritura de una palabra origina otra distinta de la pretendida, pero ortográficamente correcta (*hecha por echa). Se hace necesaria, entonces, la información contextual o gramatical (*hecha de menos por echa de menos) para que el error pueda ser identificado.
Algunas de las técnicas más utilizadas para llevar a cabo la verificación textual son las siguientes:
- El reconocimiento de patrones: Se basa en la búsqueda a lo largo del texto de secuencias que siguen unas pautas de error preestablecidas: *[PENSAR + de + que] >> PENSAR que. Como se puede suponer, para que la verificación sea efectiva, es necesario anticipar el tipo de errores que pueden aparecer, lo que requiere un meticuloso trabajo lingüístico.
- Los analizadores o “parsers“: Estos programas determinan automáticamente la estructura sintáctica de los enunciados según una gramática previamente definida. Esto los capacita para detectar errores de concordancia cuando dichas estructuras se debilitan. Por ejemplo, si la aplicación exige que determinante y nombre concuerden en género y número para la formación de un sintagma nominal, avisará del error ante cadenas del tipo: *Este niña lee mucho.
- La técnica probabilística: Es la más novedosa y parte del uso de corpus textuales como modelo de uso lingüístico. En ellos se otorga la categoría morfosintáctica a cada palabra y se determina la probabilidad de contigüidad de cada combinación de dos o más elementos. La verificación gramatical de un texto consiste, por tanto, en detectar en él combinaciones morfosintácticas de baja probabilidad de coaparición.
Pero sin duda, la actuación más acertada es la combinación de métodos. Mientras que el parser y la técnica probabilística dotan por defecto a la aplicación de una gran cobertura lingüística, el método por reconocimiento de patrones resulta fundamental, por ejemplo, a la hora de lograr la precisión en detección de patrones incorrectos de estilo o impropiedades léxicas.
¿Qué errores pueden detectar?
De ortografía…
- Vive en la localidad malagueña de Alaurín de la Torre. AVISO: Alhaurín de la Torre
- No vino al entrenamiento por que estaba cansado. AVISO: porque
- Este es el ultimo aviso que os damos. AVISO: último
Gramaticales…
- El premio lo entregará el príncipe de Asturias a los cinco científico, el próximo octubre en Oviedo. AVISO: los cinco científicos
- El pasado febrero, el ministro de Hacienda mostró su buena disposición para acordar este asunto a la vicepresidente del Gobierno Vasco. AVISO: el vicepresidente / la vicepresidenta
- Se tiene que priorizar el impulso de políticas públicas en áreas donde hayan altos niveles de pobreza y exclusión. AVISO: haya
- Algunas asociaciones de usuarios damnificados tiene previsto concentrarse ante la sede del Ministerio de Sanidad y Consumo AVISO: Posible error de concordancia entre el sujeto y el verbo
Ortotipográficos…
- Fuimos en Febrero del año pasado. AVISO: febrero
- (El signo de puntuación debe ser adyacente ). AVISO: adyacente)
- ¡El punto es redundante con el de cierre de interrogación!. AVISO: !
- Los piñones se consumen en rellenos, guarniciones, crudos, ensaladas, etc… AVISO: etc. / …
De estilo…
- Que se haya convertido en un best seller es un milagro. AVISO: superventas / éxito de ventas / libro más vendido / disco más vendido
- El depósito de automóviles municipal dará rápidamente aviso al usuario. AVISO: avisará rápidamente
- Soy yerbatero. AVISO: Esta palabra está en el diccionario de americanismos