Nos encontramos, dos semanas después del lanzamiento de este blog, releyendo precisamente un artículo que habla sobre las características del género blog; cuando, de pronto, nos hemos quedado mirando el plural de esta palabra: blogs. Y nos ha asaltado la duda de si deberíamos, o no, escribirla en cursiva.
Nos gustaría decir, antes de que académicos y blogueros se lleven las manos a la cabeza, que la cuestión no nos parece sencilla. Cuando se trata de evaluar qué vamos a decir y cómo vamos a decirlo, las primeras preguntas que uno tiene que hacerse son, creemos, dónde va a hablar y a quién va a dirigirse. Pero la dificultad de escribir para los nuevos medios es, precisamente, que uno no encuentra fácil respuesta a esas preguntas: no siempre se tiene muy claro cómo es exactamente el nuevo medio, ni desde luego se puede asegurar quién, en esta red de redes, lo va a leer, a ver o a escuchar.
Nosotros tenemos claro desde dónde estamos escribiendo: esto es un blog, un blog que trata, sobre todo, de reflexionar y de hacer reflexionar sobre los nuevos usos. Intentamos acercar posturas y tener una mirada poliédrica y multidisciplinar. Si no fuera así, este blog y este manual no tendrían sentido. Ahora bien, no se nos puede olvidar que, como suele decirse, nobleza obliga: este blog es parte del Manual de Estilo para los nuevos medios que elabora la Fundéu BBVA, que trabaja, a su vez, asesorada por la Real Academia Española.
Con el Diccionario académico en la mano, blog no tiene más plural recomendado que bitácoras (o ciberbitácoras); si buscamos en el Vademécum, diccionario de dudas de la Fundéu, encontramos que otra opción siempre posible es blogs, en cursiva. Ahora bien, ¿puede y debe recomendar un blog sobre los nuevos medios escribir la palabra blogs en cursiva? Periódicos como El País o La Nación la escriben en redonda en las portadas de sus ediciones digitales.
Pero, ¿quiere esto decir que la Fundéu recomienda que blogs pueda escribirse de redonda en cualquier medio y situación? Seguramente no. Para emitir recomendaciones lingüísticas está la página de la Fundéu BBVA, para construir o recoger sesudo conocimiento enciclopédico está la Wikilengua; para preguntar, dudar, avanzar y dar marcha atrás está este blog: una suerte de guerrilla de la lengua a la que no le importa tropezar, si el tropiezo es parte del avance.
La RAE, y con ella la Fundéu BBVA, estipulan claramente cuándo y para qué se usan las comillas, y sus tipos, y la cursiva. Nosotros, sin ánimo de contradecir a nadie, trataremos de averiguar qué programas y tratamientos informáticos respetan la cursiva y cuándo esta se pierde. Ello no querrá decir que la Fundación del Español Urgente recomiende no usar la cursiva. Del mismo modo, hemos explicado algunos trucos para escribir emoticonos en Twitter y no creemos por ello que sean pertinentes en todo momento y ocasión. Hay personas, dice Manuel Seco, que “ante cualquier duda del lenguaje, esperan siempre una respuesta tajante. Muchas veces la hay; pero muchas veces la solución ha de ser matizada”.
Así, aun a riesgo de equivocarnos, escribiremos blogs, en redonda; y en nuestra práctica cotidiana, tendremos que tomar más decisiones de ese estilo. Trataremos, eso sí, de haceros saber que las distintas opciones que vayamos empleando no son las únicas y lo haremos con las armas de los nuevos medios: el hipertexto (enlazaremos a las wikis, a las recomendaciones de la Fundéu, a la RAE, a las webs de los medios y de los expertos), y con vuestra ayuda y participación desde los mismos comentarios. Por lo demás, perdonad si aún no damos respuestas, por el momento, nos basta con dar ideas.