De acuerdo con el sistema de soberanía compartida, los Estados miembros de la UE delegan algunos de sus poderes decisorios en el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea. A estas entidades, así como a otras, como el Tribunal de Justicia y el Tribunal de Cuentas, se las denomina instituciones europeas.
El término instituciones europeas no es un nombre propio, sino el nombre genérico que se da al conjunto de ellas, por lo que no está justificado escribirlo con iniciales mayúsculas, como aparece a menudo en los medios: «Día de puertas abiertas de las Instituciones Europeas»; «Los internautas responden sobre la moneda única, las Instituciones Europeas y el Tratado de Lisboa»; «Quince personas conocen las Instituciones Europeas en Bruselas a través de un proyecto de la asociación Ser Joven».
En todos estos casos debería haberse escrito con iniciales minúsculas: instituciones europeas.
