Hacer gala de algo significa ‘preciarse o gloriarse de ello’, tal como indica el diccionario académico, por lo que lo apropiado es que aquello de lo que se hace gala sea algo de lo que el sujeto presume o se jacta, por lo general de cuestiones que considera positivas, aunque no necesariamente.
Sin embargo, en los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Hizo gala de una verborragia que lo llevó a caer en contradicciones», «Una vez más, Moreno vuelve a hacer gala de su falta de rigor» o «Los de Quique Hernández volvieron a hacer gala de una manifiesta falta de seguridad defensiva».
Aunque los ejemplos con que ilustran esta locución los diccionarios habituales de referencia apuntan a rasgos estimables —matiz compartido por las locuciones llevar/tener a gala o, en alusión a un vestido o al once de un equipo de fútbol, de gala—, hacer gala de algo es ‘preciarse’ de ello, verbo definido a su vez por la Academia como ‘gloriarse, jactarse y hacer vanidad de algo bueno o malo’, esto es, también es posible hacer gala de cualidades negativas, siempre y cuando se alardee de ellas.
En cualquier caso, dado que en los ejemplos anteriores se destacan defectos o rasgos de los que el sujeto no presume ni se precia, habría sido preferible escribir «Dio muestras de una verborragia que lo llevó a caer en contradicciones», «Una vez más, Moreno vuelve a evidenciar/hacer patente/poner de manifiesto su falta de rigor» y «Los de Quique Hernández volvieron a mostrar/reflejar una manifiesta falta de seguridad defensiva».
Todo lo precedente, claro está, siempre y cuando no se emplee hacer gala con sentido irónico.
