Millás, novelista y periodista valenciano afincado en Madrid, definió su percepción de la literatura como la que un fontanero tiene de su trabajo y señaló que «los que tenemos un oficio manual y lo amamos, nos preocupamos mucho por los pequeños detalles».

Uno de esos detalles de extraordinaria importancia, afirmó Millás, son los signos de puntuación; su empleo, que depende mucho del olfato del que escribe, es consecuencia de la sintaxis, «y uno no comprende el mundo hasta que no comprende la sintaxis».

Millán, director de la primera edición en CD-ROM del diccionario de la Real Academia y autor del ensayo Perdón imposible, de reciente publicación, recordó que los signos de puntuación no han existido siempre y señaló que son una de las grandes aportaciones de la civilización actual, una aportación a la que casi nunca le prestamos atención.

Los signos de puntuación constituyen el auténtico espíritu de las palabras, «las letras de la cabeza, que se piensan pero no se dicen, como decía una niña de cinco años», señaló el lingüista madrileño, creador del Centro Virtual Cervantes.

El diálogo entre Millás y Millán, que llevaba por título Puesta a punto: todo lo que un signo de puntuación puede hacer por usted, forma parte de un ciclo organizado por la Fundación del Español Urgente (Fundéu) y contó con la participación de Javier Ayuso, director de Comunicación e Imagen del BBVA, y Alex Grijelmo, presidente de la Agencia Efe.

El ciclo de debates de la Fundeu se inició el pasado 15 de febrero en Valladolid, con una conferencia del filólogo Jesús Castañón, y continuará el próximo 25 de abril en Bilbao, con un debate sobre el papel de los medios de comunicación como difusores del lenguaje no sexista, en el que intervendrán la profesora de periodismo Lucía Martínez Odriozola y la lingüista Mercedes Bengoechea.