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| Ana Mendoza (Agencia Efe)

Luis Collado: El usuario de internet se guía por la ley del mínimo esfuerzo

DICCIONARIO FUTURO
El diccionario digital del futuro debe tener en cuenta que el usuario de internet se guía por «la ley del mínimo esfuerzo» y necesita herramientas «rápidas, simples y cómodas».

 

En estos términos se expresaba hoy Luis Collado, director de Google Books, en la tercera y última jornada del simposio internacional «El futuro de los diccionarios en la era digital», que, después de tres días de intensos debates, concluye hoy en la sede de la Real Academia Española.

La conjunción de tecnologías y diccionarios «tiene que ser fiable y, también, debe ser gratis. Esa es la realidad», aseguraba Collado en la mesa redonda «Aplicación de las tecnologías digitales al mundo de los diccionarios», moderada por el académico Guillermo Rojo.

En la misma sesión intervinieron, además, María Garaña, presidenta de Microsoft España y Portugal, y Paloma Barba, directora de Operaciones de Telefónica.

Las nuevas tecnologías están afectando de lleno a los diccionarios y ofrecen posibilidades impensables hace unos años, como incorporar sonido o imagen. Y han evolucionado a tal ritmo que algo tan reciente como el CD-Rom «podría estar ya en los depósitos del Museo Arqueológico», decía Collado.

Hasta hace poco «todo estaba en los libros» y se acudía a ellos para aprender, consultar o, simplemente, disfrutar, pero internet hizo que todo esto cambiase y que, por ejemplo, ya no sea el lector el que se acerque al diccionario. «Son los diccionarios los que llegan al lector a través de la tecnología», señalaba el directivo de Google.

Así, al escribir un documento en la pantalla de un ordenador, se puede consultar al mismo tiempo las acepciones de una palabra, evitar los fallos que se puedan tener mediante un corrector ortográfico, o traducir un determinado término «a 50 o 60 idiomas», comentaba el directivo del buscador más importante del mundo.

Si el CD-Rom se ha convertido ya en una pieza de museo, también pasó a mejor vida la enciclopedia digital Encarta de Microsoft, que dejó de estar disponible en el 2009, como recordaba María Garaña.

La directora de Microsoft señaló que su empresa trabaja para que «desaparezcan las fronteras idiomáticas» y se puedan incorporar «recursos de traducción simultánea» al lenguaje verbal, de forma que si un español habla con un chino por skype, a él le salga el sonido en su idioma.

Después de tres días de debates sobre cómo deben cambiar los diccionarios digitales para adaptarse a las exigencias de los usuarios, Darío Villanueva, secretario de la Real Academia Española, se preguntaba hoy si, con tantos cambios, podría desaparecer un Diccionario como el de la RAE, que ha sido obra de referencia desde hace tres siglos.

Paloma Barba, directiva de Telefónica, dejó muy claro que los distintos sectores siempre necesitan «un marco normativo» como el de los diccionarios, aunque en la era digital ese marco «se tiene que transformar». En un futuro, «el diccionario de la RAE irá transformándose, pero, hoy por hoy es imprescindible», aseguró Barba.

Luis Collado, de Google, no ve «riesgos de que el Diccionario desaparezca» y cree que el acercamiento entre las tecnología y la lengua se ha producido «desde hace poco». «Ni siquiera estamos gateando».

Los recursos que ofrece el Diccionario de la RAE, y los de los demás diccionarios, «tienen que estar integrados en el sistema de trabajo informatizado que se utiliza hoy», indicó María Garaña.

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