En un acto sencillo y cálido, pero solemne y emotivo, José Manuel Blecua Perdices (Zaragoza, 1939) ha recibido la Medalla de Oro de manos del rector de la institución académica zaragozana, Manuel López, también presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas.

Blecua ha mostrado su preocupación por la situación que atraviesa España, por una crisis «auténtica, rápida y brutal» que afecta a los servicios públicos y que «ha generado un modelo social que es injusto, sobre todo para los jóvenes y para los mayores».

Por eso, los profesores, tarea a la que Blecua ha dedicado gran parte de su vida en la Universidad Autónoma de Barcelona, no pueden «permanecer al margen» y deben «levantar la voz» para conseguir que las universidades tengan «los presupuestos imprescindibles para su función».

Esta no es otra que ser «un factor democratizante» en aras de conseguir «una sociedad más justa», en tanto en cuanto que la enseñanza es «un factor fundamental para el futuro de España».

Blecua ha recibido la Medalla de Oro «pleno de emociones, recuerdos y efectos» y ha reconocido, él que es uno de los más grandes estudiosos de la lengua, que le faltaban incluso las palabras para mostrar su agradecimiento.

La emoción ha presidido su discurso, en el que ha recordado a «su patria», entendida como lugar donde uno nace, y su infancia, pero también el instituto Goya donde estudió sus dos primeros años en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.

Hacía 16 años que la Universidad de Zaragoza no concedía este reconocimiento, que ha sido recuperado por el actual equipo de gobierno pero con un «sentido profundo», según el rector, puesto que reconoce a personas con una «actividad sobresaliente y de prestigio» en las artes, las ciencias, la docencia, la investigación, la creación o la dedicación a los demás.

El acuerdo del Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza por el que se le concede la Medalla destaca la trayectoria de un científico que ha alcanzado «las más altas cotas del saber».

El rector ha asegurado que hoy, con la intervención emocionada de Blecua, ha sido consciente de «lo profundamente bello que es el conocimiento humano», y lo esencial que es la existencia de un instrumento básico de comunicación, la lengua.

Además, Blecua representa, ha agregado, la interiorización del conocimiento, el convencimiento de que éste forma parte de la manera de ser y de la forma de servir a la sociedad.

José Manuel Blecua es una persona, ha dicho en su discurso laudatorio la catedrática de Lingüística General María Antonia Martín Zorraquino, «brillante, cabal y generosa», a la par que un «excelente profesor».