Noticias del español

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| Pedro Rioseco
Unión de Periodistas de Cuba
Miércoles, 7 de febrero del 2007

HABLAR EN DOMINICANO

Cada pueblo tiene su propia manera de hablar, acentuar palabras y crear expresiones originales, algunas de las cuales provienen o se reflejan posteriormente en medios masivos de comunicación, un rap o un reguetón


¿Quien no ha experimentado alguna vez al oír a un hispanoparlante de otro país, o a veces de otra región del suyo propio, la sensación de necesitar un traductor?

La explicación es simple. Cada pueblo tiene su propia manera de hablar, acentuar palabras y crear expresiones originales, algunas de las cuales provienen o se reflejan posteriormente en medios masivos de comunicación, un rap o un reguetón.

República Dominicana no está ajena a esa característica de los pueblos latinoamericanos, y aún cuando muchas expresiones son iguales a las empleadas en el oriente cubano o en Centroamérica, otras son propias y su significado es diferente.

Las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) tienden a facilitar el diálogo en los «chat» de Internet entre jóvenes de todo el mundo, mediante símbolos y palabras abreviadas por letras, muchas de las cuales son expresiones onomatopéyicas del habla cotidiana.

Muestra de ello es el «klk», equivalente al saludo común en Dominicana de «queloqué», y cuyo significado es «que tal estás», mientras «ctt» entre internautas es ¿cómo tú tá? (¿cómo tu estás?) y «tató» es «ta bien» (está bien).

También está la jerga de los sectores con menor formación educacional, no asociada obligatoriamente con los bajos fondos, cuyo uso se convierte a veces en una especie de moda y pega en todos los estratos sociales, en especial entre los jóvenes.

Las expresiones del «lunfardo» argentino tienen en Dominicana su reflejo en el «tigueraje», calificativo aplicado a quienes se consideran más vivos para darle vuelta al prójimo y se llaman a sí mismos «tigueres» (de tigre).

A ello van unidas en el habla de esta parte de la isla La Española las palabras cortadas al final o el principio, la omisión de las s y la sustitución de r por l.

«Toy quitao» es un botón de muestra. Aunque en boca de un delincuente puede significar su retiro de la acción, también se usa para anunciar el abandono del estudio, un trabajo, o una relación amorosa.

«Toy» es la contracción de «estoy» y «quitao» es una aplicación del inglés «quit out» al español puertorriqueño, transmitida a la diáspora dominicana. Al igual, la expresión «toy quillao» se interpreta como «estoy muy molesto».

La oración «me comí lo libro» tiene el significado de «estudié mucho», al igual que el exabrupto «anda er diablo» se usa como admiración, ante un dolor o como protesta.

Otra frase exclamativa: «íqué fuñe!», con el sentido de «!qué molesta!» se deriva de la expresión «fuñir», cuyo significado en buen dominicano es el equivalente al verbo fastidiar en otros países.

De cada cinco palabras en una conversación cotidiana es casi obligado el uso de «la vaina», lo cual puede significar cualquier cosa. Así por ejemplo, ¡qué vaina! equivale a ¡qué cosa!, y puede referirse a algo animado o inanimado.

«Guillao» es un imitador, en tanto la expresión «íqué ápero!» (áspero) o «que jevi» se usa para elogiar, al igual que el popular «que chulo», mientras para decirle feo a una persona se le dice es un «cocote».

Sin pretender «añugarte» (atragantarte) con modismos, y que no salgas «juyendo» (huyendo), sólo queda recomendarte no ser «comparón» (vivir comparándote con los demás) y ahorrar tus «cuartos o chelitos» (dinero).

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