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| Carmen Sigüenza (Agencia EFE)

Darío Villanueva: «La literatura convertida en pura industria es una amenaza»

El director de la Real Academia, Darío Villanueva, catedrático de Literatura Comparada, acaba de publicar Lo que Borges enseñó a Cervantes, un título provocador en el que viene a decir que todos los escritores son coétaneos entre sí y que todos se influyen, no solo los que han venido antes, sino al revés.

«Todos los autores contribuyen al gran sistema de lo literario. La gente podrá pensar que es absurdo que Borges enseñe a Cervantes, porque uno es del siglo XX y el otro vivió entre los siglos XVI y XVII, pero tiene su sentido porque la lectura de Borges, en un lector común, modifica luego la lectura de Cervantes», explica a Efe Villanueva.

«Cada aportación literaria modifica el significado de todas las aportaciones anteriores, dentro de ese sistema complejo al que llamamos literatura mundial o universal», subraya Villanueva, quien asegura que la literatura actual «goza de muy buena salud», aunque, advierte de la amenaza que supone lo que llama «postliteratura», «la literatura convertida en pura industria».

Publicado por Taurus, Lo que Borges enseñó a Cervantes es un libro escrito por Villanueva, junto a César Domínguez, profesor de Literatura Comparada de la Universidad de Santiago de Compostela, y Haun Saussy, catedrático del departamento de Literatura en la Universidad de Chicago (EE. UU.).

Un volumen que ya se publicó en inglés y un texto apasionante y claro; una guía para transitar por el mundo de la literatura en medio de la globalización, para saber cómo se construye el canon literario, o para analizar las influencias del cine y otras artes.

Foto: © Archivo Efe/Luca Piwergiovanni

«En este momento, y para un comparatista como soy yo, la literatura es la suma de toda la literatura que se ha producido y esa literatura está ahí. En el momento en el que un lector de hoy lea a Dostoievski en Brooklyn se está convirtiendo en contemporáneo de Dostoievsk, y Dostoievski es para él un autor igual que John Cheever o que pueda ser Philip Roth», recalca.

Y hoy a la literatura se puede acceder como nunca antes se había hecho, subraya este filólogo y gran experto en Literatura Comparada, que señala varios aspectos de la creación literaria actual.

Uno de ellos es la literatura que está naciendo por la influencia de la tecnología. «Lo que podríamos llamar la ciberliteratura», dice el experto.

«Me interesa la ciberpoesía —matiza— porque la poesía es un género que se presta muy bien a la condensación y a la precisión de los propios mensajes digitales, y además la ciberpoesía permite incluir lo que los latinos y griegos llamaban ‘carmina figurata’, o caligramas; es decir, permite introducir una imagen dentro de la palabra, que es lo que hacían los caligramas, como poemas-dibujo».

La segunda línea de la ciberliteratura, que señala Villanueva, es la que constata que en la red están «todos los autores que existen y están disponibles para nuestra lectura».

El director de la Real Academia de Lengua señala que en la literatura actual se confirma que los autores nuevos viven de la tradición. Esto es, aclara Villanueva, «que los que escriben ahora nos están ayudando a entender de manera distinta a los que han escrito antes».

Pero por debajo de todo este análisis sobre la actualidad literaria, Villanueva destaca, su preocupación, por la que denominada «postliteratura».

Hoy la industria cultural de lo literario —dice— se ha convertido en algo tan novedoso que la creación está siendo muchas veces sometida a los dictados de la creación industrial.

De manera  que —advierte— «el escritor no es el que marca la pauta, como ocurría antes, sino que es al revés, el editor es el que al escritor lo convierte en una especie de oficinista de la editorial, una especie de obrero de la editorial, que le proporciona la materia prima para una industria».

«Y esa materia prima son los textos, pero unos textos efímeros, destinados a un consumo inmediato en forma, muchas veces de lo que llamamos en inglés best sellers —recalca—, que lo único que pretenden es vender un número muy importante de ejemplares en un número muy corto de días o de meses».

«Luego son libros que desaparecen, y esto sí que es la destrucción de la literatura, porque la literatura como decía Machado es ‘palabra esencial en el tiempo’, el escritor tiene una voluntad de perdurar lo que escribe», añade Villanueva, quien ve también un peligro en la perdida del concepto de autoría.

«En la red hay mucha información, pero muchas veces se desvincula de su fuente, y eso es un peligro», concluye.

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