«10 palabras que están cambiando nuestro mundo» (o «Cómo está cambiando nuestro mundo en 10 palabras»)


ESPAÑA EXPOSICIÓN BIG DATA

Si hace unas décadas alguien nos hubiera calificado de prosumidores preocupados por los macrodatos, amenazados por el precariado y buscadores ansiosos de wifi para mantenernos conectados, es muy probable que no hubiéramos entendido nada. Muchas de esas palabras designan ideas o tendencias más o menos novedosas, pero que parecen estar cambiando nuestro mundo o, al menos, nuestra forma de estar en él.

Os pedimos permiso y complicidad de antemano para emplear ese «nuestro mundo» del título: sabemos que, desde luego, mundos hay muchos y que no todo tiene la misma importancia en todas partes. Como dijo William Gibson: «El futuro ya está aquí. Lo que pasa es que está distribuido de manera desigual». Pero que este mundo sea parcial no quiere decir que no sea real.

Viral:

Las redes sociales y las nuevas formas de comunicación instantánea han revitalizado y «resemantizado» el concepto de lo viral; tanto es así que hemos comenzado a usar esta palabra, que en origen era un adjetivo, como sustantivo. Con ella nos referimos al ‘mensaje, idea o contenido que se transmite de forma exponencial a través de las redes sociales mediante reenvíos entre los usuarios’. Lo viral viaja casi tan rápido como la velocidad de la luz y está muy relacionado con otras voces, también nuevas en nuestra lengua, como medios sociales (que no social media), tuit, wasap o meme.

Emprendimiento:

Se suele decir que las épocas de crisis lo son también de grandes oportunidades. Quizá por eso en los últimos tiempos términos como emprendimiento, empresas emergentes, cotrabajo, financiación colectiva, etc. (mejor que start ups, coworking y crowdfouding, respectivamente) se escuchan por doquier. Encontrar el equivalente en español de estas voces no siempre es fácil, pero en la Fundéu intentamos tener nuestras propuestas al día.

EEUU CES

Clictivismo:

Creemos que el momento presente se caracteriza también por una suerte de «lenguaje de la contestación» que se ha hecho patente de muy diversas formas y en muy distintas partes del mundo; los espectadores se han convertido en usuarios que, a golpe de clic, dejan constancia de su voz y voto. Muy relacionados con estos clics, surgen términos como clictivismo, un nuevo tipo de activismo, o una fase de este, que tiene como herramienta principal la acumulación de apoyos mediante clics en páginas webs y redes sociales. Es un tipo de ciberactivismo que a veces va de la mano de otro sustantivo, este de carácter algo peyorativo: el llamado activismo de salón, traducción de slacktivism.

Prosumidor:

Formado a partir de productor y consumidor, destacamos este neologismo porque con él queda claro que se ha roto la nítida distinción tradicional que antes separaba a estas figuras. Hoy distintas herramientas posibilitan la colaboración entre el productor y el destinatario del producto, y esta nueva forma de relación es una novedad muy interesante.

Macrodatos:

Los datos son el petróleo de la red; raro es el titular sobre tecnologías de la información que no alude al llamado big data, desconocido hasta hace relativamente poco. El big data o, mejor, los macrodatos, como proponemos traducirlo, se emplean para referirse a las tecnologías que trabajan con grandes conjuntos de datos: los sistemas que los acumulan, los procedimientos que se emplean para identificar en ellos patrones recurrentes, hacer comparaciones, visualizaciones, análisis, etc.

Precariado:

Con este neologismo se alude al ‘sector social que se ve sometido a inestabilidad e incertidumbre laboral prolongadas y que no percibe ingresos o estos son bajos’. Puede considerarse un acrónimo de precario proletariado o interpretarse simplemente como un sustantivo derivado de precario. En cualquiera de los dos casos, se trata de una palabra bien formada, cuyo uso no cabe censurar. Relacionada también con las distintas situaciones laborales, hoy ha resurgido expatriado, voz especializada para designar a los exiliados altamente cualificados que se trasladan temporalmente a otro país para, por ejemplo, desarrollar una actividad.

ESPAÑA AGRICULTURA CONSUMO

Bío:

El término bío, utilizado para denominar los alimentos procedentes de la agricultura o la ganadería ecológicas, se ha hecho un habitual en nuestras cestas de la compra y en las cartas de los restaurantes. Procede del elemento compositivo bio-, pero ha pasado ya a utilizarse como un sustantivo que ha de escribrirse con tilde en la i por ser un bisílabo ortográfico. Aunque no solo, esta tendencia a lo natural, a lo sencillo, puede entroncarse con la filosofía del «Hazlo tú mismo» y el movimiento por la calma.

Dron:

La intimidad ya no es lo que era, la red ofrece diariamente sobradas pruebas de ello. Estamos seguros de que estos aviones no tripulados van a dar que hablar cada vez más. Nos van a permitir ver cosas desde puntos de vista desconocidos hasta ahora y provocarán, seguro, más de un debate ético. De momento, nosotros hemos tratado de resolver la cuestión lingüística: dron, mejor que drone. Algo es algo.

Meritocracia:

Con este sustantivo se alude al ‘sistema de selección y valoración basado en el mérito personal’ y al ‘gobierno de las personas más capacitadas, seleccionadas por sus méritos personales’. Para muchos es hoy un principio rector de su actividad y una exigencia que muchas sociedades demandan a diario.

wifi-Andrew Gombert

Wifi:

Todas estas palabras, y los conceptos que llevan a cuestas, están desde luego ayudando a transformar nuestro mundo, pero no nos resistimos a añadir una guinda a esta modesta selección, porque, las cosas como son, ¿qué sería ahora mismo de nosotros sin wifi? Con este sustantivo denominamos a un imprescindible (que no must have) de nuestras casas y oficinas. Lexicalizada en lo más profundo de nuestros corazones, nuestra recomendación es escribirla sin guion, en minúscula y sin cursiva ni comillas.

 

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